Vivir en sociedad implica la
necesidad de ser solidarios, aunque no siempre lo veamos así.
Ser individualista no forma parte
del ADN de los españoles, aunque sí se encuentra en otras culturas. Nosotros
necesitamos sentirnos parte de algo y disfrutamos de la compañía de los demás,
especialmente cuando compartimos un proyecto solidario.
Este momento sacará lo mejor y lo
peor de cada uno de nosotros. No es necesario juzgar a nadie, simplemente
analizar su conducta y decidir si estamos de acuerdo o no con lo que hace.
Si perteneces al grupo de
personas solidarias que desean hacer algo por los demás, encontrarás alguna
iniciativa en la que encajarás. Han aparecido infinidad de propuestas, una
explosión de ideas que nos pueden ayudar a todos: a los que ayudan y a los que
necesitan ayuda.
Una idea sencilla: si en tu
edificio viven personas con movilidad reducida o mayores, ofrece tu
colaboración para ir a la compra, a la farmacia o lo que necesiten. A veces,
simplemente hablar, puede generar una sensación estupenda porque evitará que se
sientan solos y para muchos, ese es el mayor problema al que se enfrentan a
diario.
No debes acercarte a ellos, por
supuesto, pero podéis encontrar la manera de hacerlo sin mantener un contacto
directo. BUSCA OPCIONES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario