MEJORA TU VIDA SI TRABAJAS EN CASA


Pensamos en quienes se dedican al cuidado de su familia, de su casa, de los enfermos, etc. por decisión propia o porque “les ha tocado”. También cada vez son más las personas que trabajan desde su casa utilizando los avances tecnológicos. Entrarían, además, los que han perdido su trabajo y están buscando otro. Su vida es muy diferente a la de quienes tienen que salir todas las mañanas a una hora determinada y desplazarse. No es un trabajo reconocido (en ninguno de los casos) y, normalmente, tienen que enfrentarse a las críticas y “desprecio” de quienes no conocen la actividad que realmente despliegan.
Pasan mucho tiempo en casa, por lo que tienen acceso a todas las tentaciones que en ella se encuentran (en la nevera y la despensa especialmente). No suelen practicar ejercicio porque no se encuentran motivados para hacerlo. Buscan excusas de cualquier tipo para no salir a la calle, por lo que van perdiendo el contacto con los demás y pueden desarrollar síntomas depresivos y trastornos físicos.
Sus hábitos no son saludables y cometen errores como: desayuno escaso, picoteo constante, no practican ejercicio, se evaden con la televisión, se aíslan socialmente, buscan la satisfacción en la comida, no tienen capacidad para manejar las relaciones sociales, etc. La soledad y la sensación de ser “raros” por no adaptarse a los esquemas actuales les va haciendo más y más introvertidos, llegando a aislarlos excesivamente.
De manera general, sería recomendable:
-Hacer cinco comidas diarias, dejando que transcurran tres horas entre ellas y no picar entre horas, pues resulta perjudicial para la salud e impide seguir una dieta saludable y adaptada.
-Realizar un desayuno y una comida completos. Así se reducirá la “necesidad” de comer en cualquier momento porque se sentirán “satisfechos”. Al mediodía se recomienda incluir hidratos de carbono (pasta, arroz, legumbres), ensalada, verdura, etc. porque mejoran el estado de ánimo.
-Evitar los azúcares rápidos y refinados, el tabaco, la sal y el alcohol. Se consumen de manera excesiva, incluso compulsiva, cuando uno se siente desanimado. Resultan malos para la salud, no te hacen sentir mejor ni resuelven ninguno de tus problemas.
-Ajustar los horarios de las comidas para evitar picos de insulina que aumentan el peso corporal. Mantener un horario realista y cumplirlo te ayudará a controlar lo que comes y que el día resulte “normal” y sea necesario seguir ciertas rutinas para mantener el ánimo en positivo.
-Cambiar hábitos de vida. Relacionarse con los demás, realizar actividades lúdicas, etc. es fundamental para cuidar mente y cuerpo. Encerrarse en uno mismo provoca alteraciones de conducta que pueden desencadenar problemas psicológicos.
-Planificar actividad física diaria. Y cumplir: debes ser realista, con objetivos sencillos y asequibles. Acudir al gimnasio es una buena opción para socializarse, conocer personas nuevas y hacer ejercicio de manera habitual.
 Los expertos recomiendan:
-Planificar una dieta adecuada acudiendo a un especialista. Reducir el peso mejorará imagen y autoestima, lo que optimizará el estado de ánimo.
-Hacer ejercicio para evitar la descalcificación ósea que se produce con mayor facilidad en las personas sedentarias. Mejora el tono muscular, la flacidez y el aspecto general de la piel. Se sentirá más ágil y con menor ansiedad.
-Mejorar el aspecto físico. Una buena alimentación reducirá problemas estéticos como la celulitis o la retención de líquidos. Verse bien ayuda a sentirse mejor y disfrutar de la situación que se vive.
-Conectar con sus emociones y solicitar ayuda médica si es necesario. Mejorará su capacidad de relacionarse y disfrutar de los demás.
-Salir de casa y no encerrarse. Aumentará su confianza y seguridad personal, por lo que cambiará su percepción de lo que le rodea.