DISFRUTA DEL MANGO


Esta fruta “exótica” y tropical aporta muchas vitaminas imprescindibles para nuestra salud. La globalización ha permitido que llegue a nuestros mercados sin mayor problema y sin que el coste sea demasiado elevado, aunque siempre será mayor que el de otras frutas con mayor demanda comercial. Puedes utilizarla como sustituta de los cítricos por su contenido en vitamina C, ya que es muy alto. Además, se presta a todo. No tienes que reducir su consumo a la forma natural (aunque deliciosa). Puedes usarla en postres, mermeladas, ensaladas, con queso, carnes y pescados, etc. Pruébala, te sorprenderá.
El tamaño del fruto es variable, siendo lo más frecuente encontrar en el mercado los de un peso de 300-400 gramos. La piel no se debe comer y tiene un hueso único que también se tiene que desechar. Existen muchas variedades, siendo el más apreciado el procedente de la India.
Elígelo bien. Los que se han recogido en el punto justo de sazón son los más ricos y conservan todas sus propiedades nutricionales. Escoge los que no resulten blandos o muy duros a la palpación y con un olor agradable, no demasiado dulzón porque podría estar pocho. Si presenta manchas negras, piel arrugada u olor desagradable, no lo cojas porque puede estar malo. Consérvalo en nevera a temperatura no muy baja y consúmelo cuanto antes.
En su composición química podemos señalar que contiene agua, fibra, enzimas,  (potasio, hierro, magnesio y fósforo), vitaminas (grupo B, C y E), betacarotenos (provitamina A, fundamentalmente) y fibra. Contiene pocos hidratos de carbono, grasas y proteínas y 100 gramos aportan unas 70 calorías. No contiene sodio, lo que lo hace muy indicado para dietas con restricción de este elemento.
Entre sus propiedades destacaría que: es un buen antioxidante (por su contenido en vitamina C y E), es eficaz para el cuidado de la visión, las mucosas y la piel (por los betacarotenos precursores de la vitamina A) y que favorece la relajación (por su contenido en triptófano, magnesio y vitaminas del grupo B). A nivel digestivo, las enzimas de su pulpa ayudan reducir el malestar intestinal, mejorar la digestión, tratar los gases y la diarrea, etc. y su fibra mejora el tránsito intestinal y reduce los problemas de estreñimiento. Además, su efecto laxante y saciante favorece la pérdida de peso.
Prepáralo como quieras:
-Al natural, pelándolo cuidadosamente sin manchar la ropa al hacerlo. Córtalo como más te guste (en dados, rodajas, etc.) y cómelo inmediatamente. Puedes añadirle zumo de limón o de naranja para incrementar el contenido de vitamina C.
-En ensalada (solo o con otras frutas). Te proponemos que incluyas: lechuga, tomate, zanahoria, mango, queso y nueces. Alíñala con sal, orégano y aceite de oliva virgen. Es un plato perfecto y nutricionalmente equilibrado.
-Prepara un licuado. Puedes hacerlo solo o con piña, naranja, fresas, etc. En realidad con cualquier fruta que te guste y te apetezca. Recomendamos que elabores una cantidad pequeña para probarlo y, si te gusta, prepares más.
-Combina bien en el gazpacho (en lugar de la sandía o junto con ella) y como guarnición de carnes y pescados cocidos o a la plancha (cortado en gajos y al natural).