No sé por dónde empezar a hablar
de héroes porque son infinitos. Realmente, cada uno de nosotros, quedándonos en
casa y cumpliendo las normas, somos héroes. Pero me parece que las personas que
nos surten de alimentos se merecen una ovación.
Seguro que tienen miedo y se
sienten vulnerables. Preferirían estar en casa pero están cumpliendo con su
obligación y nos ayudan a los que podemos hacerlo a sobrevivir con mayor
facilidad.
Pensad en ellos. Conocéis a
alguno, aunque solo sea superficialmente. Yo hablo con ellos siempre que voy a
la compra y todos son buenas personas que tienen su propia vida igual que tú.
Están viviendo un momento complicado y merecen nuestro respeto y admiración.
Si vais a la compra, procurad ser
amables, miradles con respeto y agradecedles sus desvelos. Siguen con los
turnos que tenían antes de la crisis y con un trabajo multiplicado porque
acudimos a los establecimientos como si se fueran a acabar los alimentos.
Nadie puede garantizar lo que va
a suceder pero el sistema de distribución español es de los mejores del mundo y
está garantizado el suministro. No debemos entrar en pánico. No es necesario
acaparar los yogures o el papel higiénico. Ni sacar del carro del vecino lo que
nos apetezca. Mantener la humanidad y ser solidarios es el primer paso para
vivir esta nueva situación.
Nuestro homenaje a todos los que
siguen trabajando en los centros de alimentación y mantienen el tipo a pesar de
sus propios temores.
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