DEPORTE Y DOPAJE


¿Realmente necesitas consumir suplementos alimenticios para potenciar tu organismo?  Si tu alimentación es sana y equilibrada resulta innecesario complementarla con productos dopantes para conseguir tu objetivo. Además, su consumo sin control provoca efectos secundarios indeseables que pueden poner en riesgo incluso tu vida. Consulta a tu médico y no los compres nunca en establecimientos sin control sanitario.
Son muchos los compuestos utilizados para potenciar los efectos del ejercicio, conseguir más músculos, reducir el cansancio, etc. que no deben ser consumidos sin control. Destacaríamos: estimulantes (efedrina, metilfenidato), esteroides anabolizantes (nandrolona, estanozolol, metenolona, testosterona, mesterolona), medicamentos con efectos a nivel hormonal (EPO, anatrazol, hormona del crecimiento) y corticoides (betametasona, triamcinolona, dexametasona, metilprednisolona).
Sus efectos adversos son numerosos. Algunos son comunes a ambos sexos: accidentes cerebrovasculares, acné en cara y espalda, presión arterial elevada, enfermedades del corazón, calvicie, problemas de crecimiento, náuseas, problemas intestinales, problemas psicológicos, daño hepático, problemas urinarios, dolor articular o muerte súbita. Otros son específicos de cada sexo; en los hombres generan: dolor de cabeza, cáncer de mama, hipogonadismo, impotencia, atrofia testicular y reducción del número de espermatozoides. En las mujeres el consumo aumenta el vello facial y corporal, provoca la virilización de la voz, reduce el contorno del pecho, genera problemas menstruales y la hipertrofia del clítoris.
Además, comprarlos en lugares sin control sanitario, sin registro, sin condiciones adecuadas, etc. complica aún más la situación. A ello se une que su aplicación de manera no estéril puede causar dolor, infecciones y formación de abscesos.
Las recomendaciones de los especialistas para las personas que practican deporte sin dedicarse a ello profesionalmente son muy claras. La dieta debe ser equilibrada para conseguir un buen rendimiento, cubrir el gasto calórico debido al ejercicio y mantener el peso corporal ideal.
Las proteínas deben ser el 10-15% de la ingesta, siendo suficiente con una dieta “normal” que incluya huevos, pescado, carne y lácteos. No se deben consumir productos especiales, vitaminas o un exceso de proteínas para evitar la acumulación de toxinas en el organismo.
La ingesta de grasa sería del 30-35% de las calorías totales. Un exceso causa menos rendimiento físico, obesidad, alteraciones digestivas y cardiovasculares. Si es bajo, déficit de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.
Los hidratos de carbono deberían constituir el 50-60%, siendo el 10% para los simples (azúcar) y el resto complejos (patatas, cereales). Una dieta con carbohidratos complejos optimiza la disponibilidad de glucógeno muscular para realizar el ejercicio de manera saludable.
Se aconseja beber antes, durante y después del ejercicio físico de larga duración. También resulta muy importante recuperar electrolitos como sodio y potasio comiendo plátanos, patatas, zumos de frutas (fuente de potasio) y queso, pan o galletas saladas (fuente de sodio).
La recomendación pasa por ajustar la ingesta al consumo de energía, por lo que el tipo de ejercicio realizado va a condicionar la cantidad de comida necesaria para mantener el ritmo. No consumas compuestos para mejorar tu capacidad sin el asesoramiento sanitario oportuno. Consulta cualquier duda con el médico y sigue sus consejos para lograr un estado de salud pleno.

BOTIQUÍN NATURAL EN TU CASA

 
Nos referimos a la expresión que han acuñado quienes utilizan estos productos para recuperarse de pequeñas perturbaciones de su organismo. Estreñimiento, diarrea, sequedad de la piel, etc. son el blanco perfecto para utilizar estos compuestos. No deberías sorprenderte porque ya lo tienes. No le llamamos así, pero todos en casa disfrutamos de elementos saludables que nos ayudan a vivir mejor y prevenir enfermedades. Solo tienes que acudir a tu cocina y analizar lo que hay; verás cómo lo comprendes rápidamente. La idea de un espacio concreto en el que se concentren productos sanitarios naturales también es posible. ¿Te lo habías planteado?
Si abres tu nevera encontrarás varios alimentos con actividades interesantes que pueden ayudarte a prevenir ciertas patologías o mejorar alguna que estés sufriendo. Seguro que te repites las bondades del zumo de naranja bebido inmediatamente después de ser exprimido. Aunque son muchos los que forman parte de este grupo, podemos citar:
-Cerezas, para dormir mejor por la presencia de melatonina.
-Limón, un buen depurativo.
-Brécol para mejorar el estreñimiento.
-Piña muy digestiva.
-Arándanos, antioxidantes naturales que eliminan radicales libres.
-Uvas, con resveratrol que te rejuvenece.
-Pavo, con triptófano, es un buen antidepresivo.
Y en la despensa, también puedes tener un buen “arsenal terapéutico”: plátanos (mejoran el insomnio), lentejas (estreñimiento), pipas de girasol (antidepresivas), miel (para los problemas de garganta), papaya (mejora la digestión), cacao (antidepresivo), almendras y nueces (para dormir mejor), etc.
Los seguidores de las terapias naturales consideran imprescindible tener en su casa una botiquín natural (similar al tradicional que contiene fármacos) en un lugar específico que puedan utilizar convenientemente. Podría estar formado por compuestos para los “primeros auxilios”:
-Equinácea, en infusión o extracto, actuaría como antibiótico natural.
-Propóleo, funcionaría como antibiótico natural.
-Aloe vera. Para tratar quemaduras y mejorar la hidratación de la piel tras tomar el sol.
-Semillas de lino o plantago ovata resultan útiles para mejorar el estreñimiento.
-Manzanilla, regaliz y anís estrellado para problemas del aparato digestivo (gases, irritación, malas digestiones, etc.)
-Manzanilla amarga para mejorar la conjuntivitis.
-Pasiflora, azahar y espino blanco como sedantes y mejoran el insomnio.
-Tomillo, por ser un buen desinfectante a nivel del aparato respiratorio.
-Llantén para mejorar la tos.
-Árnica en los hematomas y golpes.
-Cardo mariano, alcachofa y boldo para depurar el hígado y eliminar toxinas acumuladas.
Cualquiera de estos productos debe ser administrado bajo consejo del especialista, pues aunque son “naturales” tienen efectos sistémicos sobre el organismo que no pueden olvidarse y debes consultar si notas algún problema al consumirlos. Especial cuidado merecen los pacientes con problemas tiroideos, diabéticos, cardiópatas y polimedicados, así como con fármacos que presentan un estrecho margen terapéutico cuyos efectos adversos pueden implicar una mayor gravedad.
No los compres fuera de los cauces establecidos. Acude a una farmacia y pregunta al farmacéutico pues no sirven para todo, ni para todos, y deben utilizarse de manera adecuada. Mucho cuidado con el consumo conjunto de varios “naturales” o el mixto (con los tradicionales) porque pueden presentarse interacciones que deben ser valoradas por el médico. No le ocultes que los estás utilizando; debe saberlo. Consulta a tu médico tus necesidades y toma lo que te indique y permita incluir en tu botiquín.