SALUD, ENVEJECIMIENTO Y CALIDAD DE VIDA


La reducción de la mortalidad a edades tempranas y la prolongación del promedio de vida constituyen logros de gran importancia y trascendencia para la humanidad. No hay duda que entre los éxitos más resonantes del siglo pasado cabe destacar el aumento de la longevidad, la disminución de la fecundidad y el mejoramiento de la salud, todo lo cual ha favorecido una transición demográfica de rapidez inédita. El envejecimiento poblacional no solo debe ser valorado como un éxito sino que requiere un esfuerzo enorme de las sociedades para hacer frente a una población adulta creciente.

Para enfrentar los retos planteados por esta nueva estructura demográfica que genera nuevas demandas, es necesario que los países cuenten con información y conocimientos actualizados sobre la situación de los adultos mayores, sus requerimientos y como resolver los mismos preservando por sobre todas las cosas su calidad de vida.

En América Latina y el Caribe el envejecimiento, aún con distintos ritmos de avance, es un proceso generalizado, todos los países de la región marchan hacia sociedades más envejecidas. La población de 60 años y más está aumentando sostenidamente en todos los países, lo cual lleva a un aumento tanto en el número de personas adultas mayores como en el peso de los mismos en la población total. En este contexto, los adultos mayores van adquiriendo un peso poblacional cada vez más significativo.

“Estamos en medio de una revolución silenciosa que va más allá de la demografía, con importantes repercusiones económicas, sociales, culturales, psicológicas y espirituales”. (Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, octubre 1998).

El sector Salud

La nueva situación demográfica requiere una fuerte intervención del sector Salud porque no se trata solamente de vivir más años sino que el objetivo es que los mismos permitan una vida plena, asociada al concepto de “calidad de vida” el máximo tiempo posible.

Las investigaciones acerca de la longevidad han comprobado que entre los factores que contribuyen a lograr el buen envejecimiento se destacan la prevención de enfermedades y discapacidades, el mantenimiento de un alto grado de actividad física y de las funciones cognoscitivas, y la participación constante en actividades sociales y productivas.

La salud de las personas de edad es un elemento clave para el desarrollo socioeconómico de los países de toda la Región. La nueva realidad poblacional plantea un reto importante para la salud pública en un momento en que la persistencia de la pobreza en países que todavía se enfrentan con los problemas básicos del desarrollo, genera mayores presiones sobre sistemas sanitarios que ya están de por sí muy sobrecargados.

Si bien las enormes dificultades que plantean las necesidades sanitarias, sociales y económicas de las personas de edad varían considerablemente a lo largo y ancho de la región, un principio común para la acción es la necesidad de concentrarse en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la disminución de la dependencia de las personas de edad.

Alfredo Toledo Ivaldo, MD, MSG

Uruguay