ELLOS TAMBIÉN LO PASAN MAL


Notan que se cansan, que no tienen ganas de hacer nada, que pierden la ilusión, que su tensión arterial se dispara….y que no encuentran solución porque cada vez van peor. Deben consultar a su médico y seguir sus pautas porque los especialistas han llegado a la conclusión de que un 30% de los hombres mayores de 40 años sufre lo que han llamado “déficit de testosterona”. El nivel de esta hormona masculina fundamental, desciende paulatinamente hasta niveles por debajo de lo que se considera normal y genera “desarreglos” similares a los que sufre la mujer cuando bajan los estrógenos.
No es un problema actual. Está documentado que, desde tiempos ancestrales, se reconoce la existencia de un periodo en el que los hombres alcanzan una edad crítica en la que pierden el deseo sexual y comienzan un declive que les lleva a la ancianidad. Fue a principios del siglo XX cuando se empezó a considerar real esta situación (a la que se denomina coloquialmente menopausia masculina) caracterizada por diferentes alteraciones y que se trataba con métodos tradicionales.
Esta reducción hormonal no pasa desapercibida para quien la padece aunque los síntomas no son siempre reconocibles, pues se achacan a otros problemas. Suele cursar con anemia, sofocos, osteoporosis, acúmulo de grasa abdominal, falta de apetito sexual y mal humor. Se cree que se debe a la reducción de los niveles de testosterona por un mecanismo similar al que se produce en las mujeres con las hormonas femeninas al llegar a la menopausia.
La testosterona es una hormona clave para el hombre, su nivel está controlado por el hipotálamo situado en el cerebro y se produce en células especializadas situadas en los testículos. Su actividad es fundamental a nivel óseo (aumenta la densidad del hueso), muscular (reduce la grasa y aumenta la masa muscular), genital (desarrollo sexual y mantenimiento de la líbido), cerebral (memoria), visual, etc.
El diagnóstico debe ser realizado por el médico. Acude a su consulta y coméntale lo que te pasa para que pueda tomar las decisiones oportunas y sigue sus pautas. Como opción se está recetando testosterona para mejorar los síntomas, pero no debes automedicarte en ningún caso. Existen varias opciones en el mercado internacional: gel, parche transdérmico, pastilla, parche bucal o inyección trimestral. También se han comercializado compuestos “naturales” que se consideran masculinizantes y que no deben ser consumidos sin control ni comprarlos fuera de los cauces sanitarios establecidos.
Cuidado con el consumo descontrolado de testosterona en cualquiera de sus presentaciones, porque en exceso produce problemas como infartos, hipertensión, edemas, ictus y cáncer de próstata.
La recomendación sería:
-Reducir el estrés porque genera cortisol, hormona cuya actividad reduce el nivel de testosterona.
-Comer adecuadamente porque los ácidos grasos omega 3 incrementan los niveles de hormona masculina.
-Dormir, porque el descanso nocturno favorece la formación de testosterona.
-Eliminar la grasa abdominal, pues produce estrógenos que causan una reducción de hormona masculina. Realizar ejercicios específicos para reducir abdomen es muy importante para aumentar el nivel de testosterona.
Lo peor es que esta etapa suele coincidir en los dos miembros de la pareja, lo que causa muchas fricciones y problemas de relación. Pensad que ambos estáis en un “mal momento” y que lo mejor es tomarlo con paciencia y ayudaros uno a otro. Mucho ánimo y tranquilidad porque pasará…

 

CAMINAR ES BUENO PARA TU SALUD


El ejercicio físico es un tipo de actividad física definida como “movimiento corporal programado, estructurado y repetitivo realizado para mejorar o mantener uno o más de los componentes del estado de forma física”. Cuando el nivel de actividad física no alcanza el mínimo necesario para mantener un estado saludable se habla de sedentarismo.  De aquí se deduce que podemos sentirnos bien con la simple actividad diaria, caminando hacia el trabajo, bajando las escaleras de nuestra casa, jugando con nuestros hijos o cualquier otra actividad que consiga que movamos los músculos.
No todo vale para todos ni en cualquier momento. La OMS establece tres grupos que podemos resumir en:
-De 5 a 17 años, una hora al día de actividad (bailar, caminar, nadar, correr, pedalear, etc.)
-De 18 a 64 años, dos horas y media a la semana de actividad moderada (caminar, nadar, bailar, etc.) o 75 minutos de actividad fuerte (correr, pedalear, etc.) o una combinación de ambas en períodos de unos 10 minutos alternos.
-Mayores de 65 años, durante unos períodos idénticos al grupo anterior adaptados a sus condiciones físicas reales. Deben optar por ejercicios que mejoren su equilibrio, evitar caídas y lesiones, etc.
El músculo tiene tres fuentes de energía: sistema anaeróbico, aeróbico y láctico. La actividad más recomendable es la aeróbica: correr, nadar, andar en bicicleta, etc. realizada a una intensidad que el cuerpo desee… pero sin forzar demasiado. Este entrenamiento produce una serie de adaptaciones a nivel cardiovascular, respiratorio, muscular, metabólico, digestivo, etc. muy beneficiosas para el organismo.
Recomendamos:
-Consulta a tu médico el ejercicio más adecuado para ti. Si tu estado de salud es bueno podrás optar por cualquiera; si tienes algún problema debes elegir el que mejor se ajuste.
-Elige lo que más te guste. Si odias correr, seguro que encontrarás millones de excusas para no hacerlo. Es mejor que camines a quedarte en casa.
-No pretendas hacerlo todo en un día. Busca objetivos alcanzables y no imposibles de lograr porque te desanimarás y dejarás de hacerlo.
-Empieza lentamente y ve aumentando la intensidad de manera gradual. Evita darte un atracón el fin de semana y luego no hacer nada el resto del tiempo.
-Piensa en positivo. Hacer deporte mejora tu salud y previene ciertas patologías.
-No lo hagas en ayunas.
-Hidrátate adecuadamente. El sudor supone una pérdida de agua e iones que deben ser reemplazados para evitar los efectos negativos de su pérdida (calambres, mareos, dolores musculares, etc.) Lo más recomendable es beber agua.
-Utiliza el equipo adecuado. De manera general se recomienda ropa amplia de algodón y un calzado que se ajuste bien a tu pie, lo proteja de rozaduras, amortigüe la pisada y se agarre a la superficie por la que vas a deslizarte. Asimismo, si vas a montar en bicicleta, por ejemplo, debes llevar sistemas de protección; si te vas a bañar no olvides las chanclas y el gorro o tapones para los oídos si tienes problemas a ese nivel, etc.
-Estirar antes (para dar elasticidad a los tejidos blandos) y después de realizar deporte (para evitar acortamientos musculares y calambres). No debes realizar estiramientos si padeces una lesión muscular; consulta al médico.
Caminar se considera un ejercicio válido para todas las edades y que resulta muy agradable y satisfactorio. Para beneficiarte de todas sus ventajas debes realizarlo con regularidad, aunque no es necesario que, si un día no puedes, lo compenses al día siguiente. Entre sus beneficios podemos destacar:
-Puedes hacerlo solo o acompañado, adaptándote al ritmo de los demás.
-No es caro.
-Mejora el control de la respiración.
-Ayuda a perder peso.
-Corrige malas posturas.
-Estimula el sistema circulatorio y el retorno venoso.
-Mejora la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la coordinación.
-Recibes luz natural si lo haces de día.
Busca un momento para caminar; seguro que lo encuentras. Notarás sus beneficios de inmediato y, a medida que lo practiques, irás percibiendo todas las ventajas que hemos indicado. Si quieres calcular las calorías que quemas, los pasos que das, el tiempo que caminas, etc., puedes llevar un aparato específico que lo determina. ¡Lo importante es que empieces!