REDUCIR EL ESTRÉS ES FUNDAMENTAL


Cuando aparecen síntomas “extraños” como: debilidad generalizada, cansancio, desmotivación, pérdida de apetito, tristeza, angustia, reducción de la concentración, cambios de carácter, irritabilidad, insomnio, problemas musculares (contracturas, dolor, etc.), molestias gástricas (ardor de estómago, malas digestiones, etc.), son muchos los especialistas que los relacionan con el estrés y deben ser solucionados. Lo mejor es acudir al médico y contarle lo que sucede. Es el más capacitado para ayudarte y conoce todas las opciones para resolverlo.
Para reducir la ansiedad y el estrés y evitar que los nervios te devoren, de manera general se recomienda:
-No te automediques. Lo peor que puedes hacer es acudir a tu botiquín y coger lo que en otras ocasiones ha funcionado. Cualquier medicamento debe ser prescrito por el médico y tomarlo según sus indicaciones.
-Utiliza técnicas de relajación. Simplemente realizar una respiración adecuada puede ser muy útil para reducir la intranquilidad que padeces.
-Reserva una parte de tu día para hacer lo que te apetezca, no lo “obligatorio”. Es difícil encontrar el momento, pero si te organizas bien seguro que lo consigues. Aquí se incluye también la opción de  “no hacer nada”.
-Practica yoga, taichí o Pilates, que aúnan un ejercicio relativamente suave y la posibilidad de recuperación a nivel psíquico. Consulta con un especialista cuál se adapta mejor a tu estado de salud e inténtalo.
-Acude a tu médico y confía en él. Cuéntale lo que sientes y, si necesitas algún tratamiento farmacológico, él es el que debe decidirlo.
-Si tienes problemas legales, no desesperes y acude a un profesional (abogado) para que te indique tus opciones. También puedes apoyarte en las diferentes asociaciones que suelen conocer la legislación o proporcionarte el contacto con los especialistas adecuados.
-Descansa. Es fundamental dormir adecuadamente 7-8 horas al día en una cama cómoda y situada en una habitación confortable.
-Haz ejercicio. No es imprescindible que te machaques hasta la extenuación, porque no tienes tanta energía y puedes frustrarte… lo que es mucho peor para tu ansiedad. Establece objetivos alcanzables en función de tus capacidades para que no se convierta en una obsesión. Consulta a tu médico el ejercicio más adecuado, fundamentalmente si tienes algún problema de salud. No descartes ninguna posibilidad.
-Cuida tu alimentación. La ansiedad por recuperar tu peso puede hacerte sentir aún peor porque te estás negando todos los “caprichos” que podrían animarte… ¿de verdad es necesario? Acude a un especialista, preferentemente en dietética y nutrición, que puede adaptar la dieta a tus necesidades y a cada situación.

 
Los expertos señalan que debemos incluir alimentos que ayuden a mantener alta la energía y un estado de ánimo positivo, excluyendo lo que no resulta “sano”. Entre las recomendaciones, destacaría:
-Limitar el consumo de azúcar y evitar el refinado. No endulzar las comidas y bebidas o utilizar un sustituto sano (como la miel).
-Reducir la cafeína. Sustituye el café por un té verde (rico en antioxidantes).
-No beber alcohol. Inicialmente da sensación de euforia, pero a la larga actúa como depresor del sistema nervioso e incide negativamente en tu estado anímico.
-Incluir en todas las comidas alimentos que contengan proteínas, minerales y vitaminas como: carne, pescado, huevos, legumbres, etc. Se recomienda especialmente la levadura de cerveza, pues contiene proteínas de alto valor biológico (con los aminoácidos esenciales) comparable al de la leche o el huevo, vitaminas del grupo B (B1, B2, B6, ácido fólico,) para dietas deficitarias en ellas, minerales (hierro, selenio, zinc y cromo, por ejemplo) y un bajo contenido en sodio (la pueden tomar los hipertensos), ácidos grasos oleico y linoléico, beneficiosos para el sistema circulatorio y fibra, para regular el tránsito intestinal.
 

LA MÚSICA Y SUS APLICACIONES MÉDICAS


La relación entre la música y la salud no es algo nuevo, de hecho, se remonta al siglo VI A. de C., cuando el filósofo griego Pitágoras afirmó que la música contribuye a la armonía natural de la mente y el cuerpo. A mediados del siglo XVIII Florencia Nightingale subrayó el efecto terapéutico de la música, pero fue a partir de 1914 cuando se comenzó a utilizar para mejorar la ansiedad de los pacientes antes de una operación quirúrgica.
A pesar de que todos estamos acostumbrados a escuchar música en casa, en reuniones, etc. muchos no saben que el hacerlo antes, durante y después de someternos a una cirugía, aporta enormes beneficios, tanto en el momento de la operación, como durante la recuperación.

Un estudio realizado por la Universidad Queen Mary de Londres, reveló que por el simple hecho de escuchar música durante una operación, el paciente siente menos dolor, reduce la ansiedad e incluso la necesidad de tomar analgésicos. Dicho experimento consistió en la realización de 73 pruebas con alrededor de 7.000 pacientes, a los cuales se les puso música de diferente genero para ver como reaccionaban y sin tener en cuenta a qué tipo de cirugía estaban siendo sometidos. Un hecho interesante fue que ni el tipo de cirugía ni la música empleada modificaron los resultados ya que, aunque el paciente se encontrase bajo anestesia general, los beneficios fueron los mismos. Solo hubo unos casos en los que no se apreciaron resultados y fueron aquéllos en los que la cirugía estaba relacionada con el sistema nervioso central, el cuello y la cabeza. El motivo es que, en estos casos, se produce una deficiencia auditiva.
La música en el quirófano no solo es beneficiosa para el paciente. Mas del 80% de los cirujanos españoles emplea, en mayor o menor medida la música con el objetivo de propiciar un ambiente más distendido, y así evitar esa sensación que genera el quirófano de encontrarse en un lugar extraño para el paciente.

La más empleada dentro de los quirófanos es la música clásica. El motivo es que las composiciones clásicas estimulan la concentración mental, imprescindible para practicar una operación quirúrgica.
La música puede no ser útil solamente como herramienta para mejorar el ambiente en el quirófano. También puede ser empleada de forma activa durante la operación. Un ejemplo podría ser la intervención que los neurocirujanos, neurofisiólogos, anestesiólogos y enfermeros del Hospital Regional Universitario de Málaga realizaron a un paciente, al cual se le extirpó un tumor cerebral mientras tocaba el saxofón en algunos momentos para evitar secuelas.

El equipo médico llevó a cabo un mapeo de la corteza cerebral del lenguaje musical, manteniendo despierto al paciente (sin anestesia general) para así monitorizar áreas como la del lenguaje. Cuando los médicos van identificando estas zonas (que se estimulan cuando el paciente habla, cuenta, o en este caso interpreta una melodía con un instrumento), las bloquean para que no resulten afectadas.
De toda esta información, podemos concluir que, a pesar de no ser muy conocidos, los beneficios para la salud y las aplicaciones médicas de la música son múltiples, innegables y que todavía queda mucho por descubrir.

Juan Pablo Montero
Licenciado en saxofón

Director de la Escuela de Música y Arte EVAI
C/Juan Flórez, 58, bajo.

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FOTODEPILACIÓN


El término define un tipo de depilación que utiliza la energía de la luz para eliminar la raíz del pelo.
Su mecanismo de acción se fundamenta en la melanina, un pigmento presente en su composición, que da color al pelo y es capaz de absorber la energía lumínica transformándola en calor que se concentra en la raíz y destruye las células productoras sin dañar otras estructuras.
¿Cuál es el mejor momento?
La melanina también está en la piel, por lo que la eficacia del tratamiento dependerá de que el color del pelo sea más oscuro que el de ésta.
Durante el verano, la cantidad de melanina presente en la piel aumenta, por lo que el momento idóneo para empezar el tratamiento de fotodepilación sería después del verano, ya que la piel pasará un largo periodo sin exponerse al sol.
¿Vale para todos?
El único vello que no se puede eliminar con la fotodepilación es el vello rubio o canoso ya que carece de melanina. En este caso se recomienda la depilación eléctrica, cuyo mecanismo se basa en la aplicación de una corriente eléctrica que destruye el bulbo piloso.
Con el objetivo de tratar los problemas estéticos causados por el vello, en KERMA, encontramos tres métodos de depilación: fotodepilación, depilación eléctrica y cera, utilizando un método de trabajo propio más eficaz y con mínimas molestias personales.
¿Cómo elegir la fotodepilación más adecuada?
De manera general, puede realizarse con equipos que emiten luz láser (término muy habitual por su extraordinaria popularización) o Luz Pulsada Intensa (conocido como IPL). Ambos sistemas están ampliamente desarrollados y probados en cuanto a su efectividad y seguridad, pero es importante conocer sus características.
La distinción entre ambos se centraría en el tipo de luz emitida. La luz se diferencia, fundamentalmente, por la dirección de emisión y su color o longitud de onda (que es la profundidad a la que actúa).
La última tecnología que se ha desarrollado es la luz pulsada intensa o IPL que emite una luz multidireccional (se mueve en varias direcciones) y policromática (varios colores con varias longuitudes de onda que actúan a diferentes profundidades) lo que permite tratar diferentes colores de pelo en distintos colores de piel, pudiendo aplicarse eficazmente incluso en pieles bronceadas. Trabaja expandiendo la luz, actuando sobre el vello a cualquier profundidad y minimizando la agresión que recibe la piel.
KERMA pone a su disposición la tecnología más novedosa, con equipos de fotodepilación IPL y dos métodos de trabajo diferentes: con el vello recortado y un sistema de frío bajo cero, que permite ver la eliminación del vello durante el tratamiento o con el pelo rasurado y aplicación de gel transmisor de luz, sin necesidad de esperar a que el vello tenga una determinada longitud. Además de ofrecer una tarifa plana inferior a 30€ por zona y sesión adaptada a todos los públicos y con un intervalo entre sesiones de entre 2 y 3 meses. 
¿Qué beneficios tiene la fotodepilación?
Son muy numerosos y destacaríamos que:
- Trata el exceso de vello, ya sea por causas hormonales, genéticas o medicamentosas.
- Trata problemas de hirsutismo (aumento del vello en las mujeres en zonas típicamente masculinas) actuando como coadyuvante del tratamiento pautado por el médico.
- Elimina la foliculitis (inflamación del folículo piloso por el enquistamiento del vello) que resulta muy incómoda y antiestética.
- Resulta adecuada para personas con problemas circulatorios (en quienes otras técnicas los agravan) y para pieles sensibles (que sufren reacciones adversas al aplicar otras técnicas depilatorias).
- Puede realizarse a cualquier edad, siendo preferible haber pasado el desarrollo hormonal. Los menores requieren el consentimiento de su tutor legal.

Cristina Ramilo

Centro estético Kerma

Calle Cordelería, 99

 

CONSEJOS DE UN VIAJERO


Estimados amigos,
Animado por Carmen y su aleccionador artículo sobre aspectos sanitarios en los viajes, me atrevo a hacer algunas consideraciones relacionadas fruto de la experiencia de mis viajes, que no de mi formación sanitaria.
A los viajeros les recomendaría inscribirse en el Registro de viajeros del Mº de Exteriones (www.maec.es) e informarse en el de Sanidad (www.msssi.gob.es) para informarse sobre: vacunas, antipalúdicos, lista de países, etc.
Si viajas a Países de la UE hay que llevar la Tarjeta Sanitaria Europea, con ella os atenderán bien en la Seguridad Social, igual que en España, pero en casi todos pagando la consulta, el coste dependerá de la gravedad y los días de internamiento. Por ejemplo, en Alemania actualmente la consulta es gratis, pero cobran 10 E por día de ingreso con un máximo de 250.
La Seguridad Social de los 28 Países de la UE puede no tener todas las prestaciones que hay en España, lo que implica que hay que pagarlas aparte, y presentar la factura y la receta médica en alguna mutua o seguro al regreso. Lo mismo ocurre en el caso de acudir al dentista.
Sería recomendable hacerse un seguro por los días de estancia en el exterior.
Sugiero que los viajeros deberían llevar pequeñas cantidades de aquellos medicamentos útiles para diarrea, estreñimiento, gripe, catarro, irritación de garganta, dolor de cabeza, etc.
En casi todos los Países de la UE del Norte, los medicamentos son genéricos y las farmacias no dispensan medicinas a los turistas sin receta. Pueden presentarse problemas para conseguir aspirinas, antibióticos, antiinflamatorios, Dulco laxo, Almax, biodramina, etc. por lo que lo idóneo es llevarlas uno mismo. Si se padece alguna enfermedad concreta, debe llevarse el certificado del médico por si hay problemas en aduanas.
Los que viajen en verano a Finlandia, Noruega y Suecia deben tener cuidado con los mosquitos que “atacan en formación”, especialmente en Mayo cuando las hembras salen a por sangre para sus crías,  al amanecer y al atardecer. Solución: una buena loción.
En Finlandia el agua de beber es excelente, y es potable el agua de los lagos apartados de las ciudades. En los Países Scan, durante el invierno no es frecuente coger un catarro o una gripe a pesar de las bajísimas temperaturas y poca humedad.
En África es elemental beber agua y refrescos envasados, no beber en vaso sino directamente de la botella recién abierta, no consumir cubitos de hielo, ensaladas, helados, fruta sin lavar y alimentos extraños . En Marruecos son frecuentes las diarreas por la leche (creo que la de cabra), beber té y hierbabuena es adecuado.
Un saludo  y buen viaje.

Benito Veira – La Coruña.

 

DEPORTE Y DOPAJE


¿Realmente necesitas consumir suplementos alimenticios para potenciar tu organismo?  Si tu alimentación es sana y equilibrada resulta innecesario complementarla con productos dopantes para conseguir tu objetivo. Además, su consumo sin control provoca efectos secundarios indeseables que pueden poner en riesgo incluso tu vida. Consulta a tu médico y no los compres nunca en establecimientos sin control sanitario.
Son muchos los compuestos utilizados para potenciar los efectos del ejercicio, conseguir más músculos, reducir el cansancio, etc. que no deben ser consumidos sin control. Destacaríamos: estimulantes (efedrina, metilfenidato), esteroides anabolizantes (nandrolona, estanozolol, metenolona, testosterona, mesterolona), medicamentos con efectos a nivel hormonal (EPO, anatrazol, hormona del crecimiento) y corticoides (betametasona, triamcinolona, dexametasona, metilprednisolona).
Sus efectos adversos son numerosos. Algunos son comunes a ambos sexos: accidentes cerebrovasculares, acné en cara y espalda, presión arterial elevada, enfermedades del corazón, calvicie, problemas de crecimiento, náuseas, problemas intestinales, problemas psicológicos, daño hepático, problemas urinarios, dolor articular o muerte súbita. Otros son específicos de cada sexo; en los hombres generan: dolor de cabeza, cáncer de mama, hipogonadismo, impotencia, atrofia testicular y reducción del número de espermatozoides. En las mujeres el consumo aumenta el vello facial y corporal, provoca la virilización de la voz, reduce el contorno del pecho, genera problemas menstruales y la hipertrofia del clítoris.
Además, comprarlos en lugares sin control sanitario, sin registro, sin condiciones adecuadas, etc. complica aún más la situación. A ello se une que su aplicación de manera no estéril puede causar dolor, infecciones y formación de abscesos.
Las recomendaciones de los especialistas para las personas que practican deporte sin dedicarse a ello profesionalmente son muy claras. La dieta debe ser equilibrada para conseguir un buen rendimiento, cubrir el gasto calórico debido al ejercicio y mantener el peso corporal ideal.
Las proteínas deben ser el 10-15% de la ingesta, siendo suficiente con una dieta “normal” que incluya huevos, pescado, carne y lácteos. No se deben consumir productos especiales, vitaminas o un exceso de proteínas para evitar la acumulación de toxinas en el organismo.
La ingesta de grasa sería del 30-35% de las calorías totales. Un exceso causa menos rendimiento físico, obesidad, alteraciones digestivas y cardiovasculares. Si es bajo, déficit de vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.
Los hidratos de carbono deberían constituir el 50-60%, siendo el 10% para los simples (azúcar) y el resto complejos (patatas, cereales). Una dieta con carbohidratos complejos optimiza la disponibilidad de glucógeno muscular para realizar el ejercicio de manera saludable.
Se aconseja beber antes, durante y después del ejercicio físico de larga duración. También resulta muy importante recuperar electrolitos como sodio y potasio comiendo plátanos, patatas, zumos de frutas (fuente de potasio) y queso, pan o galletas saladas (fuente de sodio).
La recomendación pasa por ajustar la ingesta al consumo de energía, por lo que el tipo de ejercicio realizado va a condicionar la cantidad de comida necesaria para mantener el ritmo. No consumas compuestos para mejorar tu capacidad sin el asesoramiento sanitario oportuno. Consulta cualquier duda con el médico y sigue sus consejos para lograr un estado de salud pleno.

BOTIQUÍN NATURAL EN TU CASA

 
Nos referimos a la expresión que han acuñado quienes utilizan estos productos para recuperarse de pequeñas perturbaciones de su organismo. Estreñimiento, diarrea, sequedad de la piel, etc. son el blanco perfecto para utilizar estos compuestos. No deberías sorprenderte porque ya lo tienes. No le llamamos así, pero todos en casa disfrutamos de elementos saludables que nos ayudan a vivir mejor y prevenir enfermedades. Solo tienes que acudir a tu cocina y analizar lo que hay; verás cómo lo comprendes rápidamente. La idea de un espacio concreto en el que se concentren productos sanitarios naturales también es posible. ¿Te lo habías planteado?
Si abres tu nevera encontrarás varios alimentos con actividades interesantes que pueden ayudarte a prevenir ciertas patologías o mejorar alguna que estés sufriendo. Seguro que te repites las bondades del zumo de naranja bebido inmediatamente después de ser exprimido. Aunque son muchos los que forman parte de este grupo, podemos citar:
-Cerezas, para dormir mejor por la presencia de melatonina.
-Limón, un buen depurativo.
-Brécol para mejorar el estreñimiento.
-Piña muy digestiva.
-Arándanos, antioxidantes naturales que eliminan radicales libres.
-Uvas, con resveratrol que te rejuvenece.
-Pavo, con triptófano, es un buen antidepresivo.
Y en la despensa, también puedes tener un buen “arsenal terapéutico”: plátanos (mejoran el insomnio), lentejas (estreñimiento), pipas de girasol (antidepresivas), miel (para los problemas de garganta), papaya (mejora la digestión), cacao (antidepresivo), almendras y nueces (para dormir mejor), etc.
Los seguidores de las terapias naturales consideran imprescindible tener en su casa una botiquín natural (similar al tradicional que contiene fármacos) en un lugar específico que puedan utilizar convenientemente. Podría estar formado por compuestos para los “primeros auxilios”:
-Equinácea, en infusión o extracto, actuaría como antibiótico natural.
-Propóleo, funcionaría como antibiótico natural.
-Aloe vera. Para tratar quemaduras y mejorar la hidratación de la piel tras tomar el sol.
-Semillas de lino o plantago ovata resultan útiles para mejorar el estreñimiento.
-Manzanilla, regaliz y anís estrellado para problemas del aparato digestivo (gases, irritación, malas digestiones, etc.)
-Manzanilla amarga para mejorar la conjuntivitis.
-Pasiflora, azahar y espino blanco como sedantes y mejoran el insomnio.
-Tomillo, por ser un buen desinfectante a nivel del aparato respiratorio.
-Llantén para mejorar la tos.
-Árnica en los hematomas y golpes.
-Cardo mariano, alcachofa y boldo para depurar el hígado y eliminar toxinas acumuladas.
Cualquiera de estos productos debe ser administrado bajo consejo del especialista, pues aunque son “naturales” tienen efectos sistémicos sobre el organismo que no pueden olvidarse y debes consultar si notas algún problema al consumirlos. Especial cuidado merecen los pacientes con problemas tiroideos, diabéticos, cardiópatas y polimedicados, así como con fármacos que presentan un estrecho margen terapéutico cuyos efectos adversos pueden implicar una mayor gravedad.
No los compres fuera de los cauces establecidos. Acude a una farmacia y pregunta al farmacéutico pues no sirven para todo, ni para todos, y deben utilizarse de manera adecuada. Mucho cuidado con el consumo conjunto de varios “naturales” o el mixto (con los tradicionales) porque pueden presentarse interacciones que deben ser valoradas por el médico. No le ocultes que los estás utilizando; debe saberlo. Consulta a tu médico tus necesidades y toma lo que te indique y permita incluir en tu botiquín.

ELIMINANDO LOS FALSOS MITOS DE LA MARGARINA


Existen muchos alimentos que debido a sus procesos de elaboración o las creencias populares han tenido mala fama durante algún tiempo. Este es el caso de la margarina, que a lo largo de algunas décadas ha sido un producto criticado. A continuación desmitificamos algunas de estas leyendas.


Falso Mito 1. La mantequilla es de origen natural mientras que la margarina es sintética


Muchos alimentos pasan por un proceso de transformación, pero ello no significa que sean sintéticos: tanto la mantequilla como las margarinas son alimentos elaborados. En el caso de la mantequilla, ésta se elabora a partir de la nata de la leche, y la margarina se elabora con aceites vegetales.

Falso Mito 2. Las margarinas tienen grasas trans


Hasta hace 20 años, para obtener la textura adecuada de las margarinas, los aceites con los que se elaboraban se sometían a la hidrogenación parcial. Como resultado, se obtenían margarinas con grasas trans. Pero hoy en día para la fabricación de las margarinas ya no se utiliza este proceso, minimizando de este modo el contenido de este tipo de grasas.
Falso mito 3. No necesitamos las grasas para vivir
Nuestro organismo necesita las grasas para llevar a cabo varias funciones, por lo que son necesarias para la vida, siempre de forma moderada y dentro de una alimentación variada equilibrada y moderada. Especialmente necesarios son los ácidos grasos esenciales (los Omega 3 y 6), que nuestro organismo no puede fabricar.

Falso mito 4. Es mejor cocinar con mantequilla que con margarina

Contra gustos no hay nada escrito, pero la margarina tiene menos grasas saturadas que la mantequilla. Por ello, si se cocina con margarina en vez de mantequilla se estarán tomando menos grasas saturadas, mejorando así la alimentación.
Falso Mito 5. La margarina perjudica el corazón

Las margarinas se elaboran a partir de aceites vegetales que provienen de semillas como las de girasol o linaza. En estos aceites predominan las grasas insaturadas sobre las saturadas, y disminuir el consumo de grasas saturadas tiene un impacto positivo en los niveles de colesterol. El colesterol, como es bien sabido, es un factor de riesgo de las enfermedades del corazón.

Falso mito 6. El aceite de oliva es mejor que la margarina

Tanto el aceite de oliva como la margarina son productos recomendables desde el punto de vista nutricional. El aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas,  y la margarina aporta esencialmente grasas poliinsaturadas. Ambos tipos de grasas si se toman en sustitución de las saturadas tienen una incidencia positiva en la salud cardiovascular.
Falso mito 7. La margarina se creó para engordar a los pavos

La margarina se creó en Francia, durante la segunda mitad del siglo XIX. Napoleón III convocó un concurso para crear un sustituto de la mantequilla que fuera asequible para toda la población. Fue Hippolyte Mège-Mouriès quien elaboró la primera margarina. Años más tarde Jurgens-Van de Bergh, cofundador de la empresa Unilever, compró la patente.

Falso mito 8. La mantequilla y la margarina aportan las mismas calorías

Depende de la proporción de materia grasa que contenga cada una. Las mantequillas están compuestas por un 80% de materia grasa, aunque también se encuentran mantequillas light.  Si bien es cierto que la margarina tiene entre un 80% y un 90% de materia grasa, las que encontramos en el mercado actualmente son mayoritariamente margarinas ¾ (60-62% de materia grasa), margarinas ligeras (39-41% de materia grasa), o materias grasas para untar (con un % de materia grasa diferente al de los rangos anteriores). Por ello, la mayor parte de las margarinas y productos similares que encontramos en el mercado aportan menos calorías que la mantequilla.
Falso mito 9. La mantequilla y la margarina aportan las mismas grasas saturadas
Al comparar una porción de cada una (20g), la margarina aporta, de media, entre 4 y 7 gramos de grasas saturadas, mientras que la mantequilla aporta, de media, 13 gramos de grasas saturadas.

Falso mito 10. La margarina no es sana
La margarina es una grasa recomendable, junto al aceite de oliva y los aceites de otras semillas. La mayor parte de las margarinas presentes actualmente en el mercado aportan ácidos grasos esenciales (omega 3 y/o omega 6), que deben ingerirse a través de la alimentación porque nuestro cuerpo no los produce.

Diana Roig, responsable de nutrición de Instituto Flora

MEDICAMENTOS Y ALCOHOL...UNA COMBINACIÓN PELIGROSA


 


En general no consideramos al alcohol como una droga peligrosa y no se le da importancia a su relación con la administración de medicamentos, la conducción de vehículos y las capacidades del conductor que se ven afectadas con ello. Esta actitud preocupa a los profesionales sanitarios que intentan demostrarnos la necesidad de conducir con todas nuestras capacidades al cien por cien y sin gota de alcohol en el organismo, estés o no sometido a algún tratamiento farmacológico.
Beber alcohol, aunque sea en baja proporción, causa una depresión del sistema nervioso, lo que provoca una reducción de los reflejos y la atención del conductor. Las campañas organizadas por el gobierno hacen hincapié en el control de alcoholemia como mecanismo para reducir los accidentes de tráfico. Y los conductores se sorprenden cuando realizan la prueba y, aunque dicen: “sólo he bebido una cerveza”, el resultado es positivo, superan la tasa de alcohol permitida.
Olvídate de todos esos “trucos” inútiles para “engañar” al aparato. Comer chicle de menta, tomar aceite antes de beber alcohol, comer pan con mantequilla, beber agua, etc. no impiden que el aparato detecte la cantidad de alcohol ingerida y, lo que es peor, la realidad es que has bebido y no estás en condiciones para conducir. Tú también lo sabes aunque el alcohol te haga sentir “que estás perfectamente y puedes hacerlo”.
A ello se une que los efectos de algunos medicamentos como los sedantes se prolongan durante muchas horas y se potencian peligrosamente con el consumo de alcohol. Se ha comprobado que la combinación de ambas sustancias genera una sensación muy relajante, que no es la más indicada para realizar actividades que requieren una atención completa como la conducción.
Los más perjudiciales y que son ampliamente utilizados (incluso sin receta médica) son: ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos, hipnóticos, analgésicos opiáceos, colirios y pomadas oftálmicas. La utilización de los dos primeros ha aumentado en estos últimos años y las estadísticas señalan que uno de cada tres adultos está o ha estado tomándolos en los últimos seis meses.
Los principales efectos secundarios causados por estos fármacos son: sedación (que causa somnolencia y disminución del estado de alerta), alteraciones oculares que reducen la precisión al conducir (visión borrosa, trastornos de la acomodación, ojo seco, etc.), alteraciones auditivas (zumbidos, sensaciones extrañas, etc.), vértigos y temblores. Cualquiera de ellos afecta directamente a tu capacidad de concentración e impide una circulación segura para ti y los demás. No te arriesgues a conducir en esas condiciones, no merece la pena.
Comprueba si el medicamento que estás tomando tiene alguna consecuencia sobre tu capacidad para conducir o manejar máquinas peligrosas. Está indicado en el prospecto que acompaña al propio medicamento y en su embalaje externo en el que aparece un símbolo específico. Léelo.
Además, si consumes alcohol habitualmente e inicias un tratamiento farmacológico, debes consultar al médico o farmacéutico sobre la posible interacción entre ambos y evitar el consumo de alcohol si existe este problema. La reacción del organismo es más significativa los primeros días de tratamiento y se va reduciendo a medida que el tiempo pasa y el cuerpo se “adapta”. Un ejemplo claro son los antidepresivos y está demostrado que no se debería conducir al inicio del tratamiento, si hay que modificar la dosis ni en el momento en que se suspende.
El consumo de alcohol disminuye la capacidad de conducción ya que afecta a nuestra atención al volante, velocidad de reacción y reflejos, además de que potencia el efecto de algunos medicamentos de uso habitual. Es necesario comprobar si el medicamento que estás tomando puede tener consecuencias sobre tu capacidad de conducción. Consulta a tu médico y/o farmacéutico.

 

 

PELIGROSA AUTOMEDICACIÓN


Siempre aparece alguna persona que en cualquier entorno (familiar, laboral, etc.) se dedica a “recetar” lo más conveniente: si toses, codeína; si te duele la cabeza, aspirina; si tienes tensión alta, no tomes sal; para la retención de líquido, un diurético; etc. Lo hacen de buena fe, pero no es aconsejable seguir sus recomendaciones “médicas”, pues realmente carecen de conocimientos sanitarios.
La Organización Mundial de la Salud indica que si uno padece una enfermedad banal, puede resolverla fácilmente sin necesidad de acudir al médico (saturando las consultas). Se refiere a quienes están aquejados, por ejemplo, de un dolor de cabeza crónico ya estudiado por el especialista y que han comprobado que tomando paracetamol pautado y desde el inicio del proceso, lo mitiga y evita que aumente y se prolongue en el tiempo.
Los medicamentos bien utilizados mejoran nuestra calidad de vida, reducen contagios, evitan bajas laborales, conservan la salud, etc. El problema, sin embargo, radica en el abuso y en su inadecuada utilización (por ejemplo, tomar antibióticos innecesariamente para tratar un catarro), que provocan efectos negativos sobre el paciente y la sociedad general.
En España se abusa mucho de la toma de fármacos, llegando a existir en todos los hogares un botiquín familiar al que acudimos cuando creemos necesitarlo. A ello se une la venta de muchos medicamentos sin receta que, si no se siguen las pautas adecuadas, resultan nocivos para el paciente. El farmacéutico nos indicará la manera adecuada de consumirlos; debemos seguir sus consejos y leer el prospecto preparado por el laboratorio para eliminar dudas.
Los efectos negativos de la automedicación son muy numerosos y presentan una gran variabilidad personal. Por su gravedad, cabe destacar:
-      reacciones alérgicas al consumirlos por vez primera. Incluyen desde una incómoda urticaria hasta problemas de asfixia por cierre de la glotis
-      efectos secundarios de los propios fármacos, predecibles pero que precisan tratamiento inmediato
-      interacciones con otras sustancias (otros fármacos, alimentos, bebidas, etc.) que potencian o inhiben su mecanismo de acción, resultando totalmente ineficaces para tratar la patología
-      incompatibilidades con compuestos incluso de los considerados “naturales”, de venta libre en herboristerías
-      dosificación inadecuada para eliminar la sintomatología a tratar. El ejemplo más claro es la toma de antibióticos, cuyo horario debe ser respetado para que la efectividad sea máxima
-      conservación del principio activo fuera del ámbito recomendable (algunos deben estar en la nevera; otros no pueden someterse a la acción de la luz, etc.)
Para evitar la automedicación y sus perniciosos efectos hay varias posibilidades:
-      mejorar la educación sanitaria, asignatura pendiente en nuestra sociedad. Si desde pequeños aprendemos lo que son los medicamentos y su utilidad, crearemos individuos conscientes y responsables
-      facilitar el acceso al médico e incrementar el tiempo que pasamos con él. Las consultas están saturadas, pero los profesionales sanitarios reconocen la necesidad de mejorar y aumentar la atención personalizada
-      favorecer las relaciones entre profesionales sanitarios para evitar problemas como un mal entendido “intrusismo”. La colaboración entre médico y farmacéutico mejorará la atención sanitaria del enfermo ayudándole a cumplir los tratamientos pautados y a comprender la necesidad de su aplicación
Racionalizar el consumo de medicamentos y reducir los elevados e intolerables costes para la sanidad pública serían conclusiones de la erradicación de la automedicación. El medio ambiente también lo agradecería, pues los laboratorios comercializan envases que no se adaptan a la duración del tratamiento y el exceso ha de ser eliminado de manera ecológica (puntos SIGRE de las farmacias).