Héroes cada día, seguro, pero en
este momento, merecen un homenaje.
Son personas con vocación, tienen
que serlo, porque es la única manera de ejercer su profesión. A pesar de que no
se les valora como debería, siguen trabajando a diario y formando a nuestros
hijos. Su labor es fundamental para forjar una sociedad responsable.
En este momento de crisis
continúan trabajando con los medios de los que disponen que no son muchos.
Establecer un horario y estar ocupado genera una sensación de normalidad que
favorece la salud mental de nuestros hijos (y de los padres y acompañantes).
Realizar las tareas académicas
que han programado nos aporta una cierta tranquilidad. Podemos colaborar con
ellos insistiendo en que nuestros hijos lo vean como algo necesario y
motivándoles a hacerlo. No es el momento de pensar en los exámenes, simplemente
dejemos que la situación vaya fluyendo y adaptémonos a lo que toca ahora.
Tengamos confianza en que los
responsables de Educación encontrarán la mejor solución para que todos alcancen
el nivel recomendado y superen el curso o el acceso a la Universidad de manera
normalizada. ES POSIBLE.
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