COVID 19 FÚTBOL SIN PÚBLICO



Parece que se ha planteado jugar al fútbol con un jugador menos y no ha gustado al número 12 que prescindan de él.

¿De verdad es necesario empezar de nuevo a jugar al fútbol? La polémica acompaña a este deporte desde el inicio de la crisis del coronavirus. Ha sucedido de todo. El tema de los millonarios sueldos de los futbolistas, el problema de los entrenamientos, el hecho de que les hagan a ellos las pruebas como colectivo preferente y, ahora, la posibilidad de jugar sin público, a puerta cerrada.

Resulta increíble para los seguidores de los equipos que les mantengan al margen de una decisión de semejante calibre. Ellos desean participar y se consideran el jugador número 12, por lo que siempre les han transmitido sus ídolos. Ahora parece que no es así. Pueden prescindir de ellos y utilizar a la televisión como suplente. Y no están de acuerdo.

Muchos futbolistas piensan lo mismo que sus seguidores y no desean jugar sin su compañía y aplausos. Se han posicionado a su lado y, si fuera por ellos, no participarían de esas competiciones descafeinadas en las que faltará mucha pasión.

Si pensamos en el tema sanitario, todavía parece peor la idea. Es un deporte de contacto absoluto en el que el contagio es muy probable. ¿Cómo se va a mantener la distancia social si tienen que acercarse al contrario para sacarle el balón? Nos están diciendo que no abracemos a nuestros seres queridos y a ellos les animan a correr y golpear un balón (y a los contrarios si casualmente tropiezan). No es fácil de entender.

La única explicación es económica, claro. Necesitan el dinero. ¿De verdad? Ojalá se les ocurriese plantarse en el campo y no moverse. Permanecer a la distancia de seguridad durante todo el tiempo que dure el encuentro y dejar que la pelota se mantenga quieta como homenaje a ese jugador que no ha podido acudir.

HABRÁ QUE REPLANTEARSE EN QUÉ ESTAMOS PARTICIPANDO.

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