Esta frase se repite a menudo y
en ocasiones especiales. No la pronunciamos porque tengamos hambre, sino porque
“el cuerpo nos pide algo”. Aunque la dieta, la ansiedad, el estrés o la
tristeza no tengan toda la culpa, el estado de ánimo influye mucho en lo que
nos apetece comer. Se ha comprobado que la ansiedad conduce a algunas personas
a atiborrarse de comida (sobre todo de alimentos innecesarios) y a otras a
ayunar al ser incapaces de tragar atenazadas por los nervios.
Se ha comprobado que la ansiedad
y las dietas estrictas modifican la actividad de los neurotransmisores
cerebrales (serotonina, adrenalina, etc.) y los niveles hormonales (insulina,
glucocorticoides, etc.), causando una alteración del estado normal, sobre todo
en las mujeres, por su carga hormonal y vital. En realidad no tienes hambre,
porque lo que te apetece son ciertos “alimentos emocionales” que actúan como
una recompensa inmediata, un premio merecido y que conseguimos disfrutar a
través de su sabor, color, olor, textura, etc.
Aunque cada uno tiene sus propios
“caprichos”, los datos evidencian pautas de consumo similares cuando nos
sentimos ansiosos o desanimados. Curiosamente, a cada persona le atrae siempre
el mismo, lo que se ha relacionado con las papilas gustativas del individuo y
el placer que le produce consumir ese producto. Los más frecuentes:
- Dulces, como chocolate,
galletas, pasteles, azúcar, caramelos, gominolas, etc.
- Crujientes y salados, como
patatas fritas, snacks, aperitivos, etc.
- Cremosos, como helados,
batidos, salsas preparadas, etc.
Y sus efectos son reales; no es
sólo una sensación tuya. Su composición química y su metabolización en el
organismo los transforma en sustancias con efectos especiales. Según los datos
aportados por los especialistas, el chocolate y los dulces contienen glúcidos
(de sabor muy agradable) y triptófano
(aminoácido que se transforma en serotonina calmante de la depresión y la
ansiedad), siendo alimentos de digestión rápida que producen ese efecto
relajante casi de inmediato. El café y las bebidas de cola contienen cafeína,
estimulante del sistema nervioso. El queso contiene caseína, que al ser
metabolizada en el organismo, favorece el sueño y reduce el estrés.
No te sientas culpable, ni te lo
plantees; piensa en ellos como un placer, aunque debas controlarte para evitar
engordar. Comer chocolate una o dos veces a la semana, si haces ejercicio y
mantienes una dieta sana, no te va a afectar en la báscula; no comerlo puede
provocarte frustración, lo que aumentará tu estado de ansiedad. Si tienes dudas
consúltalo con un dietista-nutricionista y sustitúyelos (Cola Light en vez
de azucarada, chocolate negro, bollería
casera elaborada con harina integral y leche o yogur desnatados, helados artesanales
o patatas fritas bajas en grasa y sin sal).
Para evitar las tentaciones
demasiado frecuentes:
-aumenta el ejercicio físico,
pues las endorfinas provocan sensación de bienestar.
-duerme lo suficiente para
producir melatonina y estar descansada.
-consume alimentos con fibra
saciante que reducirá la necesidad de picar.
-si sigues un tratamiento
farmacológico, mantén la pauta recomendada por el especialista, sin modificarla
salvo que él te lo indique.
-come adecuadamente para
conservar tu bienestar físico y psíquico y evitar que el estrés afecte a tu
estómago, defensas y sistema nervioso.
-como el estrés agota las
reservas de energía y la vitamina B y nos hace vulnerables a la ansiedad,
depresión e irritabilidad, incluye brécol, acelgas, espinacas, cereales y
legumbres para mantener los niveles adecuados.
-aprovecha la levadura de
cerveza, suplemento alimenticio rico en proteínas y vitaminas con propiedades
desintoxicantes y antiestresantes.
-consume alimentos ricos en
triptófano y niacina (vitamina B6), pues te ayudan a regular los niveles de
serotonina y melatonina.
Acude a tu médico de familia para
que te aconseje y si visitas a algún especialista (psiquiatra, endocrino, etc.)
debes comentárselo. También son accesibles los farmacéuticos y especialistas en
dietética y nutrición.
© Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
No hay comentarios:
Publicar un comentario