Existen
muchos alimentos que debido a sus procesos de elaboración o las creencias
populares han tenido mala fama durante algún tiempo. Este es el caso de la
margarina, que a lo largo de algunas décadas ha sido un producto criticado. A
continuación desmitificamos algunas de estas leyendas.
Falso Mito 1. La mantequilla es de origen natural mientras que la
margarina es sintética
Muchos alimentos pasan por un proceso de transformación, pero ello no
significa que sean sintéticos: tanto la mantequilla como las margarinas son
alimentos elaborados. En el caso de la mantequilla, ésta se elabora a partir de
la nata de la leche, y la margarina se elabora con aceites vegetales.
Falso Mito 2. Las margarinas tienen grasas trans
Hasta hace 20 años, para obtener la textura adecuada de las margarinas,
los aceites con los que se elaboraban se sometían a la hidrogenación parcial.
Como resultado, se obtenían margarinas con grasas trans. Pero hoy en día para
la fabricación de las margarinas ya no se utiliza este proceso, minimizando de
este modo el contenido de este tipo de grasas.
Falso mito 3. No
necesitamos las grasas para vivir
Nuestro organismo necesita las grasas para llevar a cabo varias
funciones, por lo que son necesarias para la vida, siempre de forma moderada y dentro
de una alimentación variada equilibrada y moderada. Especialmente necesarios
son los ácidos grasos esenciales (los Omega 3 y 6), que nuestro organismo no
puede fabricar.Falso mito 4. Es mejor cocinar con mantequilla que con margarina
Contra gustos no hay nada escrito, pero la margarina tiene menos grasas
saturadas que la mantequilla. Por ello, si se cocina con margarina en vez de
mantequilla se estarán tomando menos grasas saturadas, mejorando así la alimentación.
Falso Mito 5. La margarina perjudica el
corazón
Las margarinas
se elaboran a partir de aceites vegetales que provienen de semillas como las de
girasol o linaza. En estos aceites predominan las grasas insaturadas sobre las
saturadas, y disminuir el consumo de grasas saturadas tiene un impacto positivo
en los niveles de colesterol. El colesterol, como es bien sabido, es un factor
de riesgo de las enfermedades del corazón.
Falso mito 6. El aceite de oliva es mejor que la margarina
Tanto el aceite de oliva como la margarina son productos recomendables desde
el punto de vista nutricional. El aceite de oliva es rico en grasas
monoinsaturadas, y
la margarina aporta esencialmente grasas poliinsaturadas. Ambos tipos de grasas
si se toman en sustitución de las saturadas tienen una incidencia positiva en
la salud cardiovascular.
Falso mito 7. La margarina
se creó para engordar a los pavos
La margarina
se creó en Francia, durante la segunda mitad del siglo XIX. Napoleón III
convocó un concurso para crear un sustituto de la mantequilla que fuera
asequible para toda la población. Fue Hippolyte Mège-Mouriès quien elaboró
la primera margarina. Años más tarde Jurgens-Van de Bergh, cofundador de la
empresa Unilever, compró la patente.
Falso mito 8. La
mantequilla y la margarina aportan las mismas calorías
Depende de la proporción de materia grasa que contenga cada una. Las
mantequillas están compuestas por un 80% de materia grasa, aunque también se encuentran
mantequillas light. Si bien es cierto
que la margarina tiene entre un 80% y un 90% de materia grasa, las que
encontramos en el mercado actualmente son mayoritariamente margarinas ¾ (60-62%
de materia grasa), margarinas ligeras (39-41% de materia grasa), o materias
grasas para untar (con un % de materia grasa diferente al de los rangos
anteriores). Por ello, la mayor parte de las margarinas y productos similares
que encontramos en el mercado aportan menos calorías que la mantequilla.
Falso mito 9. La
mantequilla y la margarina aportan las mismas grasas saturadasAl comparar una porción de cada una (20g), la margarina aporta, de media, entre 4 y 7 gramos de grasas saturadas, mientras que la mantequilla aporta, de media, 13 gramos de grasas saturadas.
Falso mito 10. La
margarina no es sana
La margarina es una grasa recomendable, junto al aceite de oliva y los
aceites de otras semillas. La mayor parte de las margarinas presentes
actualmente en el mercado aportan ácidos grasos esenciales (omega 3 y/o
omega 6), que deben ingerirse a través de la alimentación porque nuestro cuerpo
no los produce.
Diana Roig, responsable de nutrición de Instituto Flora
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