La relación entre la
música y la salud no es algo nuevo, de hecho, se remonta al siglo VI A. de C.,
cuando el filósofo griego Pitágoras afirmó que la música contribuye a la
armonía natural de la mente y el cuerpo. A mediados del siglo XVIII Florencia
Nightingale subrayó el efecto terapéutico de la música, pero fue a partir de
1914 cuando se comenzó a utilizar para mejorar la ansiedad de los pacientes
antes de una operación quirúrgica.
A pesar de que todos
estamos acostumbrados a escuchar música en casa, en reuniones, etc. muchos no
saben que el hacerlo antes, durante y después de someternos a una cirugía, aporta
enormes beneficios, tanto en el momento de la operación, como durante la recuperación.
Un estudio realizado por
la Universidad Queen Mary de Londres, reveló que por el simple hecho de
escuchar música durante una operación, el paciente siente menos dolor, reduce
la ansiedad e incluso la necesidad de tomar analgésicos. Dicho experimento
consistió en la realización de 73 pruebas con alrededor de 7.000 pacientes, a
los cuales se les puso música de diferente genero para ver como reaccionaban y
sin tener en cuenta a qué tipo de cirugía estaban siendo sometidos. Un hecho
interesante fue que ni el tipo de cirugía ni la música empleada modificaron los
resultados ya que, aunque el paciente se encontrase bajo anestesia general, los
beneficios fueron los mismos. Solo hubo unos casos en los que no se apreciaron
resultados y fueron aquéllos en los que la cirugía estaba relacionada con el
sistema nervioso central, el cuello y la cabeza. El motivo es que, en estos
casos, se produce una deficiencia auditiva.
La música en el
quirófano no solo es beneficiosa para el paciente. Mas del 80% de los cirujanos
españoles emplea, en mayor o menor medida la música con el objetivo de
propiciar un ambiente más distendido, y así evitar esa sensación que genera el
quirófano de encontrarse en un lugar extraño para el paciente.
La más empleada dentro
de los quirófanos es la música clásica. El motivo es que las composiciones
clásicas estimulan la concentración mental, imprescindible para practicar una
operación quirúrgica.
La música puede no ser
útil solamente como herramienta para mejorar el ambiente en el quirófano.
También puede ser empleada de forma activa durante la operación. Un ejemplo podría
ser la intervención que los neurocirujanos, neurofisiólogos, anestesiólogos y
enfermeros del Hospital Regional Universitario de Málaga realizaron a un
paciente, al cual se le extirpó un tumor cerebral mientras tocaba el saxofón en
algunos momentos para evitar secuelas.
El equipo médico llevó
a cabo un mapeo de la corteza cerebral del lenguaje musical, manteniendo
despierto al paciente (sin anestesia general) para así monitorizar áreas como
la del lenguaje. Cuando los médicos van identificando estas zonas (que se
estimulan cuando el paciente habla, cuenta, o en este caso interpreta una
melodía con un instrumento), las bloquean para que no resulten afectadas.
De toda esta
información, podemos concluir que, a pesar de no ser muy conocidos, los
beneficios para la salud y las aplicaciones médicas de la música son múltiples,
innegables y que todavía queda mucho por descubrir.
Juan Pablo Montero
Licenciado en saxofón
Director de la Escuela de Música y
Arte EVAI
C/Juan Flórez, 58,
bajo.615614316
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