CAMINAR ES BUENO PARA TU SALUD


El ejercicio físico es un tipo de actividad física definida como “movimiento corporal programado, estructurado y repetitivo realizado para mejorar o mantener uno o más de los componentes del estado de forma física”. Cuando el nivel de actividad física no alcanza el mínimo necesario para mantener un estado saludable se habla de sedentarismo.  De aquí se deduce que podemos sentirnos bien con la simple actividad diaria, caminando hacia el trabajo, bajando las escaleras de nuestra casa, jugando con nuestros hijos o cualquier otra actividad que consiga que movamos los músculos.
No todo vale para todos ni en cualquier momento. La OMS establece tres grupos que podemos resumir en:
-De 5 a 17 años, una hora al día de actividad (bailar, caminar, nadar, correr, pedalear, etc.)
-De 18 a 64 años, dos horas y media a la semana de actividad moderada (caminar, nadar, bailar, etc.) o 75 minutos de actividad fuerte (correr, pedalear, etc.) o una combinación de ambas en períodos de unos 10 minutos alternos.
-Mayores de 65 años, durante unos períodos idénticos al grupo anterior adaptados a sus condiciones físicas reales. Deben optar por ejercicios que mejoren su equilibrio, evitar caídas y lesiones, etc.
El músculo tiene tres fuentes de energía: sistema anaeróbico, aeróbico y láctico. La actividad más recomendable es la aeróbica: correr, nadar, andar en bicicleta, etc. realizada a una intensidad que el cuerpo desee… pero sin forzar demasiado. Este entrenamiento produce una serie de adaptaciones a nivel cardiovascular, respiratorio, muscular, metabólico, digestivo, etc. muy beneficiosas para el organismo.
Recomendamos:
-Consulta a tu médico el ejercicio más adecuado para ti. Si tu estado de salud es bueno podrás optar por cualquiera; si tienes algún problema debes elegir el que mejor se ajuste.
-Elige lo que más te guste. Si odias correr, seguro que encontrarás millones de excusas para no hacerlo. Es mejor que camines a quedarte en casa.
-No pretendas hacerlo todo en un día. Busca objetivos alcanzables y no imposibles de lograr porque te desanimarás y dejarás de hacerlo.
-Empieza lentamente y ve aumentando la intensidad de manera gradual. Evita darte un atracón el fin de semana y luego no hacer nada el resto del tiempo.
-Piensa en positivo. Hacer deporte mejora tu salud y previene ciertas patologías.
-No lo hagas en ayunas.
-Hidrátate adecuadamente. El sudor supone una pérdida de agua e iones que deben ser reemplazados para evitar los efectos negativos de su pérdida (calambres, mareos, dolores musculares, etc.) Lo más recomendable es beber agua.
-Utiliza el equipo adecuado. De manera general se recomienda ropa amplia de algodón y un calzado que se ajuste bien a tu pie, lo proteja de rozaduras, amortigüe la pisada y se agarre a la superficie por la que vas a deslizarte. Asimismo, si vas a montar en bicicleta, por ejemplo, debes llevar sistemas de protección; si te vas a bañar no olvides las chanclas y el gorro o tapones para los oídos si tienes problemas a ese nivel, etc.
-Estirar antes (para dar elasticidad a los tejidos blandos) y después de realizar deporte (para evitar acortamientos musculares y calambres). No debes realizar estiramientos si padeces una lesión muscular; consulta al médico.
Caminar se considera un ejercicio válido para todas las edades y que resulta muy agradable y satisfactorio. Para beneficiarte de todas sus ventajas debes realizarlo con regularidad, aunque no es necesario que, si un día no puedes, lo compenses al día siguiente. Entre sus beneficios podemos destacar:
-Puedes hacerlo solo o acompañado, adaptándote al ritmo de los demás.
-No es caro.
-Mejora el control de la respiración.
-Ayuda a perder peso.
-Corrige malas posturas.
-Estimula el sistema circulatorio y el retorno venoso.
-Mejora la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la coordinación.
-Recibes luz natural si lo haces de día.
Busca un momento para caminar; seguro que lo encuentras. Notarás sus beneficios de inmediato y, a medida que lo practiques, irás percibiendo todas las ventajas que hemos indicado. Si quieres calcular las calorías que quemas, los pasos que das, el tiempo que caminas, etc., puedes llevar un aparato específico que lo determina. ¡Lo importante es que empieces!

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