AROMATERAPIA

Una definición sería: “uso terapéutico de los efectos que los diferentes compuestos aromáticos provocan en el organismo”, aunque no se sabe con exactitud cómo actúan o su efectividad real, pero sí está claro que los olores influyen en nuestras sensaciones y percepciones pudiendo mejorar nuestro estado de ánimo. Además, su absorción a través de la piel provoca la llegada de los principios activos al torrente circulatorio, por lo que debemos ser cuidadosos para evitar posibles efectos secundarios.
Se utilizan aceites esenciales (sustancias olorosas y volátiles que se evaporan por exposición al aire a temperatura ambiente) de origen natural y procedentes de distintas especies de plantas. Se extraen en los laboratorios usando diferentes métodos en función del tipo de aceite esencial de que se trate.
Debemos ser muy cuidadosos con lo que compramos. No es lo mismo un aceite esencial integral (en el que va de todo), reconstituido (adiciones de plantas similares), rectificado (se eliminan componentes indeseados para mejorar la calidad del producto obtenido), sintéticos (son artificiales y se preparan mezclando moléculas de diferentes tipos), falsificados, etc. que uno obtenido adecuadamente y sin adulteraciones. De hecho, los aceites esenciales usados en aromaterapia precisan una garantía y un control de calidad diferentes a los que se realizan en otros ámbitos (perfumes por ejemplo).
Precauciones:
-No ingerirlos ni inyectarlos.
-No aplicarlos en boca, oídos, ojos y mucosas ni vía rectal o vaginal.
-Si cae en ojos, no lavar con agua. Usar algodón untado con aceite vegetal (oliva, preferentemente).
-No aplicarlos en axilas, ingles, genitales ni en cualquier otra parte sensible si el aceite está en estado puro. Es rara su aplicación puro o sin diluir.
-Precaución con quienes tienen alergia o sensibilidad a alguna esencia.
-Los que contienen fenoles (orégano, clavo, etc.) o cinámico (canela) pueden provocar toxicidad si se usan frecuentemente.
-No adicionarlos al agua de baño directamente porque no se disuelven y pueden causar picores, quemaduras o irritaciones. Deben mezclarse siempre con un diluyente.
-Si se ingiere por accidente, tomar aceite de oliva y acudir al hospital si la cantidad ha sido muy alta.
-No exponerse al sol tras la aplicación de aceites esenciales fotosensibilizantes (limón, naranja, bergamota, etc.).
-Nunca automedicarse ni autoaplicarse gotas sin dosificar adecuadamente.
-Cuidado con velas, palitos, quemadores, etc. utilizados para crear ambiente; son inflamables.
-Elegir productos de máxima calidad, aunque sean más caros.
Cualquier duda debe ser planteada al especialista. Porque sea “natural” no es absolutamente inocuo. No debes inclinarte por lo que esté de moda, sino por lo que resulte adecuado para ti.

©Carmen Reija López

Farmacéutica Colegiada

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