Para mantener sano tu esqueleto y
que pueda realizar las funciones que le corresponden, debes cuidarlo bien,
evitando los factores que lo perjudican y propiciando aquéllos que puedan
beneficiarlo. El cuidado debe realizarse desde el inicio de nuestra vida, pero
se hace imprescindible en ciertas etapas (como la menopausia) en la que nuestro
organismo está sufriendo cambios que lo desequilibran y modifican la absorción
de nutrientes esenciales para su buen funcionamiento.
Cualquier duda que se te plantee consúltala
a tu médico, aunque aquí apuntamos unos consejos generales:-Toma alimentos ricos en calcio, pues si el organismo lo necesita lo obtendrá de tus huesos, descalcificándote paulatinamente.
- No olvides la vitamina D, imprescindible para la fijación del calcio que ingerimos con la dieta. Media hora de paseo diario puede ayudarte a mantener niveles adecuados de esta vitamina.
-Controla la cafeína, la sal, las proteínas y el fósforo que ingieres, pues reducen la absorción de calcio y aumentan su excreción.
-Reduce el consumo de alcohol, ya que inhibe enzimas hepáticas relacionadas con la síntesis de vitamina D.
-No hagas dietas salvajes que te desmineralizan y desequilibran tu organismo. Mucho cuidado con las dietas con grasas abundantes y azúcares por su efecto excretor del calcio.
-No comas fibra en exceso.
-No fumes.
-Haz ejercicio habitualmente; seguro que encuentras el momento, ya que cualquiera es bueno; debes moverte y evitar el sedentarismo. Bajar y subir escaleras en lugar de usar el ascensor, ir caminando al trabajo, correr media hora, pueden ser opciones sencillas y que no te roben tiempo.
-Descansa adecuadamente; es fundamental. Puedes reducir el estrés utilizando técnicas de relajación.
-No te automediques; los medicamentos siempre bajo prescripción médica. Si padeces alguna enfermedad relacionada con la absorción de calcio (colitis, alergias, insuficiencia renal, etc.) debes seguir las pautas de tu médico.
Está claro que, además de la incidencia de otros factores, existen nutrientes imprescindibles para prevenir y mejorar la salud de tus huesos. Forman parte de alimentos habituales recomendando un control especial a quienes padecen ciertas intolerancias alimentarias (al gluten, a la lactosa, al glutamato, a los frutos secos, etc.) y deben eliminar alguno. Para todos es recomendable acudir a un especialista, pero para quienes padecen alguna alergia es fundamental consultar cualquier duda y equilibrar el aporte nutricional.