Aparecen en una gran cantidad de productos,
desde yogures hasta galletas. Su función es bloquear la absorción de colesterol
a nivel intestinal, por lo que se recomiendan tanto para perder peso como para
evitar elevadas tasas en sangre. La cantidad ingerida debe ser controlada, pues
su exceso reduce la absorción de sustancias fundamentales para el buen
funcionamiento del organismo (como ciertas vitaminas liposolubles o minerales
para el equilibrio orgánico). No deben administrarse a mujeres embarazadas o
durante la lactancia ni a menores de 5 años.
ME APETECE COMER.....
Esta frase se repite a menudo y
en ocasiones especiales. No la pronunciamos porque tengamos hambre, sino porque
“el cuerpo nos pide algo”. Aunque la dieta, la ansiedad, el estrés o la
tristeza no tengan toda la culpa, el estado de ánimo influye mucho en lo que
nos apetece comer. Se ha comprobado que la ansiedad conduce a algunas personas
a atiborrarse de comida (sobre todo de alimentos innecesarios) y a otras a
ayunar al ser incapaces de tragar atenazadas por los nervios.
Se ha comprobado que la ansiedad
y las dietas estrictas modifican la actividad de los neurotransmisores
cerebrales (serotonina, adrenalina, etc.) y los niveles hormonales (insulina,
glucocorticoides, etc.), causando una alteración del estado normal, sobre todo
en las mujeres, por su carga hormonal y vital. En realidad no tienes hambre,
porque lo que te apetece son ciertos “alimentos emocionales” que actúan como
una recompensa inmediata, un premio merecido y que conseguimos disfrutar a
través de su sabor, color, olor, textura, etc.
Aunque cada uno tiene sus propios
“caprichos”, los datos evidencian pautas de consumo similares cuando nos
sentimos ansiosos o desanimados. Curiosamente, a cada persona le atrae siempre
el mismo, lo que se ha relacionado con las papilas gustativas del individuo y
el placer que le produce consumir ese producto. Los más frecuentes:
- Dulces, como chocolate,
galletas, pasteles, azúcar, caramelos, gominolas, etc.
- Crujientes y salados, como
patatas fritas, snacks, aperitivos, etc.
- Cremosos, como helados,
batidos, salsas preparadas, etc.
Y sus efectos son reales; no es
sólo una sensación tuya. Su composición química y su metabolización en el
organismo los transforma en sustancias con efectos especiales. Según los datos
aportados por los especialistas, el chocolate y los dulces contienen glúcidos
(de sabor muy agradable) y triptófano
(aminoácido que se transforma en serotonina calmante de la depresión y la
ansiedad), siendo alimentos de digestión rápida que producen ese efecto
relajante casi de inmediato. El café y las bebidas de cola contienen cafeína,
estimulante del sistema nervioso. El queso contiene caseína, que al ser
metabolizada en el organismo, favorece el sueño y reduce el estrés.
No te sientas culpable, ni te lo
plantees; piensa en ellos como un placer, aunque debas controlarte para evitar
engordar. Comer chocolate una o dos veces a la semana, si haces ejercicio y
mantienes una dieta sana, no te va a afectar en la báscula; no comerlo puede
provocarte frustración, lo que aumentará tu estado de ansiedad. Si tienes dudas
consúltalo con un dietista-nutricionista y sustitúyelos (Cola Light en vez
de azucarada, chocolate negro, bollería
casera elaborada con harina integral y leche o yogur desnatados, helados artesanales
o patatas fritas bajas en grasa y sin sal).
Para evitar las tentaciones
demasiado frecuentes:
-aumenta el ejercicio físico,
pues las endorfinas provocan sensación de bienestar.
-duerme lo suficiente para
producir melatonina y estar descansada.
-consume alimentos con fibra
saciante que reducirá la necesidad de picar.
-si sigues un tratamiento
farmacológico, mantén la pauta recomendada por el especialista, sin modificarla
salvo que él te lo indique.
-come adecuadamente para
conservar tu bienestar físico y psíquico y evitar que el estrés afecte a tu
estómago, defensas y sistema nervioso.
-como el estrés agota las
reservas de energía y la vitamina B y nos hace vulnerables a la ansiedad,
depresión e irritabilidad, incluye brécol, acelgas, espinacas, cereales y
legumbres para mantener los niveles adecuados.
-aprovecha la levadura de
cerveza, suplemento alimenticio rico en proteínas y vitaminas con propiedades
desintoxicantes y antiestresantes.
-consume alimentos ricos en
triptófano y niacina (vitamina B6), pues te ayudan a regular los niveles de
serotonina y melatonina.
Acude a tu médico de familia para
que te aconseje y si visitas a algún especialista (psiquiatra, endocrino, etc.)
debes comentárselo. También son accesibles los farmacéuticos y especialistas en
dietética y nutrición.
© Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
ISOFLAVONAS
Pertenecen al grupo de los
flavonoides, compuestos naturales de origen vegetal presentes en la soja, el té
verde o negro, el brócoli, el vino o la fruta consumida sin pelar. Protegen del
daño que causan oxidantes, colorantes, conservantes o metales pesados al
organismo. Reducen los radicales libres y aumentan la actividad de la vitamina
C. Se consideran estrógenos naturales que reducen los trastornos de la
menopausia, no aportan colesterol a la dieta, tienen propiedades antioxidantes
así como actividad a nivel óseo en la prevención de la osteoporosis.
El alimento más conocido rico en flavonoides es la soja, de consumo
habitual en personas alérgicas a la lactosa porque la leche preparada con este
vegetal se recomienda como sustitutiva de la leche de vaca. Debemos indicar que
no se debe consumir a la ligera.
YODO
Es un mineral imprescindible para
el buen funcionamiento de nuestro organismo, del que necesitamos una proporción
diaria muy baja, pero cuya carencia puede tener efectos negativos de cierta
gravedad sobre nuestra salud. Su función primordial se centra en la regulación
de la glándula tiroides, pero también participa en procesos como la síntesis de
colesterol, el crecimiento, la mejoría de la agilidad mental, la buena salud de
piel, pelo, dientes y uñas. Lo obtenemos a partir de mariscos (gambas, almejas,
berberechos), pescados (bacalao, caballa, atún), vegetales (ajo, acelgas,
judías verdes), las algas y, lo más habitual, el consumo de sal yodada. Esta
sal enriquecida debería ser de uso habitual en zonas interiores porque, como
solemos adicionarla a todas las comidas, supone un aporte continuo de yodo.
También es importante recordar que ciertos alimentos reducen su absorción
(legumbres, repollo, nueces, etc.) por lo que debemos tenerlo en cuenta a la
hora de diseñar los menús. Lo mismo sucede con algunos medicamentos que
interfieren en su absorción y funcionamiento como ocurre con el litio o los
antidiabéticos orales. La carencia se manifiesta en piel y cabello secos,
sensación constante de frío, tendencia a la obesidad y al estreñimiento.
También el exceso es negativo
(por lo que no debemos suplementarlo salvo por indicación expresa del médico)
ya que puede causar hipertiroidismo que cursa con taquicardias, nerviosismo y
pérdida de peso.
TONALÍN
Presente sobre todo en leches
enriquecidas. Su actividad se relaciona con la estimulación del metabolismo
para reducir la grasa corporal y favorecer el adelgazamiento. Como actúa a
nivel hepático, un exceso puede provocar problemas tanto en este órgano como en
el páncreas; también se relaciona con un aumento de la tensión arterial.
FIBRA SOLUBLE
Se denomina así a una parte de los alimentos
constituida por pectinas, gomas, inulina y fructooligosacáridos, que captan
mucha agua y favorecen la formación de flora bacteriana, aumentan el volumen de
las heces y disminuyen su consistencia. Abunda en legumbres, cereales como la
avena y algunas frutas. También se relaciona con la regulación de los niveles
de colesterol y glucosa en sangre. No debemos confundirla con la insoluble,
cuya actividad fundamental se relaciona con la prevención del estreñimiento.
Pero no todo son ventajas porque puede producir gases, dolor abdominal, etc. Los
expertos recomiendan que consumamos 25 gramos de fibra cada día para reducir el
riesgo de enfermedades crónicas. Los alimentos ricos en fibra ayudan al
funcionamiento del sistema digestivo y reducen el riesgo de desarrollo de
desordenes intestinales. Y, aunque no lo creas, en el arroz también hay fibra:
media taza de arroz blanco proporciona 0.3 gramos de fibra y media
taza de arroz integral proporciona 1.8 gramos de fibra.
CALCIO
Es un elemento que se encuentra
en un 99% en el tejido óseo. Interviene en varios procesos en el organismo,
siendo fundamental para dar rigidez y fortaleza a huesos, dientes y encías.
Para que su actividad sea correcta necesita de las glándulas paratiroideas,
metabolitos biológicamente activos de la vitamina D, otras hormonas, vitaminas,
inhibidores de la calcificación biológica, etc. Cualquier alteración de estos
sistemas de control conduce a trastornos del metabolismo del calcio.
Fundamental la vitamina D para su absorción y seguir una dieta adecuada
evitando oxalatos, fitatos, folatos, álcalis, aumento del tiempo de tránsito
intestinal, estrés, inmovilización, ciertos antibióticos (como la penicilina,
neomicina y cloranfenicol) e incluir: lactosa, citrato, sacarosa y aminoácidos
como lisina y arginina. Dietas de alta calidad proteica y elevado contenido
(por ejemplo en caseína), favorecen la absorción. Tampoco es bueno un exceso de
calcio, pues se generan calcificaciones negativas para los órganos internos.
ANTIOXIDANTES
Conforman un grupo de vitaminas, minerales, enzimas y otros
compuestos que bloquean el efecto perjudicial generado por los radicales
libres. La mayoría se hallan en los alimentos vegetales (por lo que es tan
importante incluir frutas y verduras en nuestra dieta habitual). En este grupo
se incluyen las vitaminas E y C, los betacarotenos, flavonoides, selenio y
zinc, entre otros. No es recomendable acudir a suplementos sin consultar al
médico porque lo mejor es asimilarlos a partir de los alimentos que constituyen
una dieta equilibrada.
ÁCIDO FÓLICO
Es una vitamina hidrosoluble del complejo B necesaria para
la formación de proteínas y hemoglobina. Presente en vísceras, verduras de hoja
verde, legumbres, levadura de cerveza y frutos secos. Fundamental para prevenir
problemas en el bebé durante el embarazo, suele administrarse a la mujer.
¿CON LECHE O CON AGUA?
Cuando nos prescriben un
tratamiento farmacológico se nos plantean dudas acerca de si se debe ingerir en
ayunas, con agua, con leche, durante la comida, etc. El seguimiento de estas
pautas es fundamental porque, aunque resulte difícil de entender, los alimentos
reaccionan con los medicamentos haciéndolos ineficaces para tratar la
patología, potenciando o disminuyendo sus efectos adversos e, incluso,
aumentando su capacidad terapéutica. Sería aconsejable:
- Leer
el prospecto donde se indican –a veces incluso excesivamente- las
interacciones, contraindicaciones, etc. Es fundamental seguir las normas.
- Si
debe ser tomado fuera de las comidas debemos hacerlo entre 30 minutos y una
hora antes o dos horas después de ellas. Así evitamos la mezcla del fármaco con
los alimentos durante el proceso digestivo.
- Cuando
dice que no se mezcle con leche se debe a que ésta disminuye su absorción y distribución
reduciendo sus efectos.
- Para
los intolerantes a la lactosa que consumen soja habitualmente no se puede
mezclar con ibuprofeno, porque aumentarían sus efectos adversos a nivel
digestivo. Otros alimentos ricos en flavonoides son el té verde o negro, el
brócoli, el vino o la fruta sin pelar que incrementan la actividad de la
vitamina C y deben ser consumidos con cuidado en pacientes tratados con ésta.
- Si
debe tomarse con las comidas es porque así se minimizan sus efectos
perjudiciales a nivel digestivo.
- Ciertos
alimentos “funcionales” inciden en la absorción y distribución del principio
activo en el organismo. Así la inulina y la oligofructosa de plátanos,
cebollas, ajos, puerros, etc. favorecen
la absorción intestinal de calcio, por lo que las personas tratadas con este
mineral para reducir su osteoporosis no deben consumirlos en exceso.
- Los
alimentos ricos en fitoesteroles (cuya función es bloquear la absorción de
colesterol a nivel intestinal) consumidos en exceso reducen la absorción de
sustancias fundamentales para el organismo (como ciertas vitaminas liposolubles
o minerales para el equilibrio orgánico).
©Carmen Reija López
Farmacéutica Colegida
VITAMINA E
Fundamental por su capacidad
antioxidante, se encuentra de manera natural en alimentos como el aceite de
girasol (contiene cinco veces más que el de oliva) o las pipas de girasol.
También abunda en el gérmen de trigo (que puede considerarse un complemento
dietético).
PARA EVITAR ATRACONES
Cuando no sabes qué comer pero tienes ganas
de “algo”. Se recomiendan los alimentos con alta densidad nutritiva (dos o tres
nueces), con proteínas (unos taquitos de jamón serrano) o ricos en fibra (una
manzana). Cualquiera de estas opciones reducirán tus ansias de comer y la
cantidad que ingerirás en la siguiente comida.
ROSA MOSQUETA
La rosa mosqueta es un arbusto de
la familia de las rosáceas que crecía salvaje y ahora se cultiva para su
comercialización. Su interés radica en que diversos estudios la avalan como un potente
regenerador dérmico, sin contraindicaciones, salvo su empleo en pieles grasas o
con acné.
En su composición química destacan
los ácidos grasos poliinsaturados (linoleico, oleico, palmítico, araquidónico) indispensables
–junto con el ácido transretinoico- para regenerar las membranas celulares,
renovar los tejidos, prevenir y atenuar el envejecimiento prematuro de la piel,
reducir las arrugas y las estrías, mejorar la piel seca, apagada y/o dañada por
el sol. También contiene vitaminas A, E, C, B1 y B2.
Se usa en cosmética, dermatología
y estética, tanto preventiva como correctivamente para tratar problemas de la
piel:
- Mejora la regeneración, microcirculación
y nutrición cutánea, lo que permite reducir arrugas superficiales, aumentar la
tersura e hidratar las pieles secas.
-Mejora el aspecto de las
cicatrices y de las estrías por regeneración tisular.
-Reestructura la pigmentación, reduciendo
las manchas de la piel.
-Mejora la sintomatología de
ciertas enfermedades cutáneas como la psoriasis.
-Previene y corrige el
fotoenvejecimiento por exposición a las radiaciones solares, activando la
melanina.
La puedes encontrar en cremas
nutritivas, de limpieza, de manos, de cuerpo, protector labial, protector
solar, jabones, etc. Se aplica en cara y cuerpo tras el baño o ducha, se añade
al agua del baño, tras el depilado, tras el afeitado o por la noche sobre la
piel limpia. Se recomienda aplicarlo gota a gota y masajear; en un mes notarás
sus efectos. Para hidratar el pelo castigado se aplica en la raíz, se masajea, se
envuelve con plástico o toalla 2-3 horas y se lava con el champú normal.
Consulta al especialista y elige
un aceite de rosa mosqueta 100% puro sin aditivos, especialmente recomendable
para los hombres que se irritan tras el afeitado, como bálsamo tras la
exposición al sol, como regenerativo y cicatrizante.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
BOTIQUÍN DE CASA
Resulta muy útil disponer de un
pequeño botiquín con el que hacer frente a las leves contrariedades que se
puedan presentar en nuestra casa. Su uso debe quedar circunscrito únicamente a episodios
en los que se reconozca con claridad que no es preceptiva la intervención de un
sanitario, aunque siempre es mejor consultar.
Su configuración exterior no es
relevante: puede tratarse de una sencilla caja de cómodo manejo ubicada preferentemente
en una zona oscura del dormitorio principal (por ejemplo dentro de un armario)
y siempre lejos del alcance de los niños. Resulta inadecuado situarlo en el
baño o en la cocina, puesto que las variaciones de calor y humedad degradan fácilmente
los medicamentos que contiene.
Sí es importante su contenido, en
cuya elaboración es preciso seguir unos parámetros que van a depender de las
circunstancias de la persona, diferenciando el remedio de pequeñas heridas del
tratamiento de síntomas leves de una enfermedad. Es evidente que no es lo mismo
vivir en una ciudad, en que la proximidad a médicos y farmacias constituye una
ventaja, que hacerlo en una zona rural donde el acceso a los recursos
sanitarios es más dificultoso. En cualquier caso, el botiquín debería incluir un
manual de primeros auxilios y los teléfonos de contacto más usuales (del centro
médico, de emergencias, del centro de toxicología, etc.). También es preciso
tener en cuenta las dolencias más habituales del grupo familiar (cefaleas,
diarreas, etc.) para tener un buen repertorio farmacológico al alcance de la
mano. Sólo debe contener medicamentos imprescindibles para aliviar problemas
menores y material para realizar pequeñas curas. Para esto último incluiremos
en nuestro botiquín vendas y gasas hidrófilas estériles de distintas medidas,
algodón, pinzas, termómetro, bastones de algodón, tiritas, solución antiséptica
(povidona yodada, agua oxigenada, etc.), esparadrapo, pinzas de punta fina para
extraer cuerpos extraños previa desinfección de las mismas, tijeras de uso
exclusivo para cortar el esparadrapo, una jeringa desechable, guantes de látex,
pañuelos desechables, pomada para quemaduras, loción para picaduras de insectos
e incluso bolsas de hielo en el congelador de la casa.
En cuanto a los medicamentos debo
recordar que su uso se restringe a casos concretos y cuando ya se conoce
previamente su aplicación. Nunca se puede probar algo nuevo porque lo
recomiende un amigo, sino que se debe administrar siempre bajo prescripción (NO
AUTOMEDICARSE JAMÁS). Los de aplicación más frecuente son los siguientes:
- Para el dolor de cabeza, fiebre y dolores leves generalizados: paracetamol, ácido acetilsalicílico e ibuprofeno.
- Para la congestión nasal: suero fisiológico y aerosoles descongestionantes.
- Para la tos seca: tabletas de mentol.
- Para el dolor de garganta: ibuprofeno y tabletas específicas.
- Para la mala digestión: especialidades que contengan sales de aluminio y magnesio (de las que no se puede abusar).
- Para erupciones de la piel y prurito: pomada con cortisona.
- Para los mareos en los viajes
- Para las diarreas
- En el caso de enfermos crónicos que siguen un tratamiento pautado, en el botiquín deberá incluirse también su tratamiento habitual, en su propio envase y siempre listo para el consumo (p. ej. para enfermos de corazón cafinitrina recetada por el cardiólogo).
Es preciso reiterar la
importancia de evitar el consumo aleatorio de medicamentos, debiendo hacerse
siempre bajo prescripción facultativa, consultando al farmacéutico las pautas
de consumo y guardando siempre los fármacos en su envase original con el
prospecto correspondiente. Por otra parte, es imprescindible mantenerlo
actualizado, retirando los medicamentos caducados y llevándolos a los puntos de
recogida selectiva existentes en las farmacias.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
AROMATERAPIA
Una definición sería: “uso
terapéutico de los efectos que los diferentes compuestos aromáticos provocan en
el organismo”, aunque no se sabe con exactitud cómo actúan o su efectividad
real, pero sí está claro que los olores influyen en nuestras sensaciones y
percepciones pudiendo mejorar nuestro estado de ánimo. Además, su absorción a
través de la piel provoca la llegada de los principios activos al torrente
circulatorio, por lo que debemos ser cuidadosos para evitar posibles efectos
secundarios.
Se utilizan aceites esenciales (sustancias
olorosas y volátiles que se evaporan por exposición al aire a temperatura
ambiente) de origen natural y procedentes de distintas especies de plantas. Se
extraen en los laboratorios usando diferentes métodos en función del tipo de
aceite esencial de que se trate.
Debemos ser muy cuidadosos con lo
que compramos. No es lo mismo un aceite esencial integral (en el que va de
todo), reconstituido (adiciones de plantas similares), rectificado (se eliminan
componentes indeseados para mejorar la calidad del producto obtenido), sintéticos
(son artificiales y se preparan mezclando moléculas de diferentes tipos),
falsificados, etc. que uno obtenido adecuadamente y sin adulteraciones. De
hecho, los aceites esenciales usados en aromaterapia precisan una garantía y un
control de calidad diferentes a los que se realizan en otros ámbitos (perfumes
por ejemplo).
Precauciones:
-No ingerirlos ni inyectarlos.
-No aplicarlos en boca, oídos, ojos
y mucosas ni vía rectal o vaginal.
-Si cae en ojos, no lavar con
agua. Usar algodón untado con aceite vegetal (oliva, preferentemente).
-No aplicarlos en axilas, ingles,
genitales ni en cualquier otra parte sensible si el aceite está en estado puro.
Es rara su aplicación puro o sin diluir.
-Precaución con quienes tienen
alergia o sensibilidad a alguna esencia.
-Los que contienen fenoles
(orégano, clavo, etc.) o cinámico (canela) pueden provocar toxicidad si se usan
frecuentemente.
-No adicionarlos al agua de baño
directamente porque no se disuelven y pueden causar picores, quemaduras o
irritaciones. Deben mezclarse siempre con un diluyente.
-Si se ingiere por accidente,
tomar aceite de oliva y acudir al hospital si la cantidad ha sido muy alta.
-No exponerse al sol tras la
aplicación de aceites esenciales fotosensibilizantes (limón, naranja,
bergamota, etc.).
-Nunca automedicarse ni
autoaplicarse gotas sin dosificar adecuadamente.
-Cuidado con velas, palitos,
quemadores, etc. utilizados para crear ambiente; son inflamables.
-Elegir productos de máxima
calidad, aunque sean más caros.
Cualquier duda debe ser planteada
al especialista. Porque sea “natural” no es absolutamente inocuo. No debes
inclinarte por lo que esté de moda, sino por lo que resulte adecuado para ti.
©Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
MENUDOS CORAZONES
Aunque son muchas las ONG’s que
colaboran en proyectos relacionados con la salud, quiero recomendaros que veáis
el video que la ONG Menudos Corazones ha publicado. Merece la pena verlo y
colaborar con lo que nos piden. Gracias a todos!!!!
© Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
LENTILLAS
Cada vez son más quienes se
inclinan por las lentes de contacto para corregir sus problemas de visión.
Estos usuarios están encantados con ellas pues evitan llevar gafas y se sienten
“mejor” porque nadie sabe que las utilizan. Se calcula que un 3% de la
población que necesita corrección óptica usa lentillas por resultarles más
cómodas que las gafas.
Los avances de la investigación
han permitido que la eficacia de este tipo de prótesis avance enormemente y se
adapte a todas las situaciones vitales y problemas oculares. Se pueden llevar
en avión, al hacer deporte, en el trabajo ante el ordenador, etc. Las primeras
eran rígidas, después se comercializaron las “blandas” y ahora las hay de todo
tipo. También ha mejorado su adaptabilidad, pudiendo elegirse entre las de uso
diario y las de uso prolongado, siempre bajo la supervisión profesional del
óptico.
No obstante, sigue siendo
imprescindible el trabajo de los ópticos, pues las lentes de contacto requieren
una adaptación previa porque se colocan directamente sobre la córnea. Estos
profesionales se encargan de seleccionar el modelo más adecuado para el
usuario, la “talla” que el ojo del paciente precisa, la graduación de la lente
para alcanzar la mayor agudeza visual, la información precisa para su uso
adecuado y el seguimiento de la evolución del ojo tras la adaptación exacta de
la lente.
Cuando los usuarios no siguen
estas pautas, el mal uso de las lentillas provoca problemas oculares como:
queratitis, conjuntivitis, erosiones epiteliales, formación de neovasos en la
córnea e infecciones por falta de oxigenación del ojo e higiene de las
lentillas.
Los síntomas descritos con mayor
frecuencia incluyen sensación de sequedad y arenilla, picor, visión borrosa,
disminución de la agudeza visual, dolor al sacar la lente, lagrimeo, fotofobia,
irritación y enrojecimiento. Deben ser consultados al óptico, quien valorará la
necesidad de remitir al usuario al oftalmólogo para ser tratado del problema
concreto.
Los mayores riesgos se centran en
el uso de lentes defectuosas y/o caducadas, la falta de higiene y limpieza de
lentillas, ojos y párpados, la utilización de líquidos de limpieza en mal
estado y la falta de seguimiento de las indicaciones del especialista.
Los consejos para evitar
problemas incluyen:
-
Sacarse las lentillas como mínimo una hora antes
de acostarse.
-
No ponerlas hasta salir de casa.
-
Evitar usarlas para ducharse o bañarse en el mar
o piscinas por el riesgo de perderlas. Jamás en la sauna.
-
Llevar siempre el estuche y líquidos de limpieza
para cualquier apuro.
-
Meter en la maleta todo lo necesario para su uso
correcto durante los viajes.
-
Lavarse las manos con jabón líquido sin aceites,
lociones o fragancias y aclarar bien antes de manipularlas. Secarse con toallas
que no dejen pelusas.
-
No usar agua del grifo para su limpieza. Tampoco
saliva.
-
Aplicar los líquidos recomendados sin cambiar de
mecanismo de limpieza ni reutilizarlos.
-
Lavar adecuadamente el estuche.
-
No reutilizar las desechables.
-
Maquillarse y desmaquillarse sin las lentillas
puestas.
-
Consultar cualquier reacción anómala en caso de
embarazo o consumo de medicamentos (antihistamínicos, anticonceptivos orales,
diuréticos, etc.).
-
Los fumadores deben extremar la limpieza.
-
Retirarlas del ojo al notar la menor molestia al
colocarlas por la mañana. Observarla por si la hemos colocado al revés o tiene
algún problema.
-
Si hemos pasado mucho tiempo con ellas puestas y
hay dolor nocturno al sacarlas, poner lágrima artificial y sacarla cuando el
ojo esté bien humectado.
-
Nunca colocar la lente rota aunque sea una
rotura pequeña.
-
Al menor síntoma ponerse gafas y, si persiste,
acudir al oculista.
Jamás se deben comprar fuera de
los establecimientos especializados. Las lentes de contacto adquiridas a través
de Internet son completamente inadecuadas. En esos casos, los usuarios no
revisan su vista, no siguen los consejos de utilización, no hacen el seguimiento
adecuado ni comprueban la graduación.
Recordar también que las lentillas
de fantasía (utilizadas para disfraces o en momentos puntuales de fiesta) pueden
provocar graves daños oculares. No deben utilizarse sin el asesoramiento de los
profesionales.
Carmen Reija López
Óptica Colegiada
GRIPE Y ANTIBIÓTICOS
Los
antibióticos no curan la gripe. Cuando acudimos al médico con síntomas de
“catarro” es él quien diagnosticará si se trata de una infección vírica o
bacteriana adaptando el tratamiento a tal circunstancia. En ocasiones, un
proceso vírico inicial desemboca en otro bacteriano, lo que explica que el
especialista no haya prescrito antibióticos en la primera visita pero sí en la
segunda.
CUIDADO CON LA GRASA
La salud no siempre está asociada al
peso perfecto. La acumulación de grasa en torno a órganos vitales (corazón,
hígado, etc.) causada por los malos hábitos de vida, provoca graves
enfermedades como la diabetes, hipercolesterolemia, etc. Debemos mejorar la dieta, hacerla hipocalórica y practicar ejercicio de
manera habitual desde edades tempranas.
PROLACTINA
El incremento de prolactina (hormona
implicada en la lactancia materna que sólo debe aumentar durante el
embarazo) puede estar relacionado con estrés, toma de antidepresivos,
existencia de ovarios poliquísticos o un adenoma hipofisiario benigno. Debe ser
controlada en casos de infertilidad o reglas irregulares.
LA HALITOSIS
El mal aliento se resuelve normalmente
aumentando la higiene bucal, pues suele tener su origen en ella. Deben
cepillarse los dientes y encías tras cada ingesta, limpiar lengua y carrillos
con mucha atención y usar enjuagues adecuados a cada caso. Es importante
realizar por lo menos una visita anual al dentista.
TRATAMIENTO DE LA HIPERTENSIÓN
El objetivo de la terapia es
mantener la presión arterial en valores cercanos a 140/90 mm de Hg, siendo aún
más estricto para pacientes con otras patologías (diabetes, enfermedad renal,
etc.). Suelen emplearse seis grupos de fármacos, solos o combinados: diuréticos, antagonistas del calcio, bloqueantes alfa y
beta-adrenérgicos, inhibidores de la enzima de conversión (IECA) y antagonistas
de la angiotensina (ARA II). El especialista indicará el más adecuado al
paciente, pudiendo prescribir inicialmente uno de ellos y al cabo del tiempo
(tras comprobar su evolución) modificar desde la dosis hasta el grupo del
medicamento.
SI USAS DENTADURA POSTIZA
Si usas dentadura
postiza seguro que sabes lo importante que es elegir un buen fijador y mantener
una higiene perfecta para evitar infecciones en tu boca. Consulta tus dudas al
especialista y sigue sus recomendaciones, tales como:
-Antes de ponerla debes
lavar profundamente tus encías y la propia prótesis (que debes secar antes de
introducir en tu boca). Aplica una pequeña cantidad de adhesivo en forma de
tiras estrechas o puntos alejados de los bordes de la dentadura evitando el
exceso de producto. Introdúcela en la boca y presiona con firmeza unos segundos
hasta que se quede bien fijada.
-Para sacarla
correctamente debes enjuagarte con agua tibia o enjuague bucal sin alcohol.
-Una vez extraída,
cepíllala con un cepillo suave y un dentífrico no abrasivo para dentaduras
postizas, intentando eliminar todos los restos que se encuentren en ella.
Introdúcela en una solución de limpieza específica durante el tiempo
recomendado por el fabricante. Lávala con agua del grifo fría antes de
ponértela y sécala cuidadosamente.
-El mejor mantenimiento
pasa por mantenerla húmeda cuando no la lleves puesta (por ejemplo en un vaso
con agua del grifo o solución limpiadora) y no utilices agua caliente para
lavarla porque podría deformarse y perder su adaptación a tu boca.
Productos
recomendables: Kukident pro, enjuague bucal Oral-B, tabletas limpiadoras Kin
Oro, cepillo Lacer, etc. Consulta al especialista y/o a tu farmacéutico los que
resulten más indicados para ti.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
FRUTA.....MUY SANA
Como solemos centrar nuestra
preocupación en mantener un peso adecuado y una figura perfecta, muchas veces
olvidamos incorporar a nuestro menú diario alimentos fundamentales para nuestro
organismo y que forman un grupo muy interesante por sus propiedades nutricionales:
la fruta.
Las diferentes asociaciones de
dietistas y nutricionistas lanzan mensajes continuamente recomendando el
consumo de 5 raciones diarias de fruta para mantener el tono muscular y la
adecuada cantidad de vitaminas, reducir los radicales libres generados por
nuestro organismo, incorporar fibra a nuestro intestino, etc.
Aunque pueda parecernos difícil
cumplir todos los preceptos para una alimentación sana, lo que se refiere al
consumo de fruta es fácil de seguir. Puedes tomarla en cualquier momento y
situación, aunque lo más adecuado sea en el desayuno o utilizarla como comodín
cuando te apetece comer algo a lo largo de la mañana o a media tarde (así
evitarás tomar otras cosas menos sanas). Llévala al trabajo y no reduzcas su
consumo al postre.
En los distintos puntos de venta
puedes encontrar casi todas y en cualquier época. Lo más recomendable es que consumas
la fruta de temporada porque resulta más económica y te permite una gran
variación a lo largo del año. De todas maneras, como lo importante es que la
comas, compra la que te apetezca y te guste, porque es la mejor inversión que
puedes hacer.
Cada fruta tiene una
concentración específica de elementos nutritivos, aunque comparten algunas
características entre las que podemos destacar:
-
Alto contenido en agua, vitaminas (A, B6 y C
fundamentalmente) y minerales (potasio, calcio, hierro y magnesio).
-
Bajo contenido en proteínas, materia grasa y calorías.
-
Colores variados; cuanto mayor es su intensidad, mayor es
la concentración de vitaminas y minerales.
-
Si es posible consúmelas con piel y frescas, pues
conservan mejor sus propiedades nutricionales. Si tienes problemas de digestión
puedes optar por las compotas, las mermeladas, etc., pero piensa que el
procesado reduce su contenido nutritivo.
Las frutas de consumo más
frecuente presentan algunas propiedades destacables:
-Las fresas son fuente de
vitamina C y minerales.
-Las cerezas son ricas en
minerales, vitaminas y flavonoides.
-Los albaricoques contienen mucha
vitamina A.
-Las ciruelas tienen vitaminas,
minerales y fibra (que le confiere efecto laxante).
-Las manzanas son ricas en fibra
y pectina.
-Las peras, ricas en potasio y
vitaminas; es la fruta que provoca menos alergias y tiene un importante efecto
depurativo.
-Los melocotones, con una elevada
proporción de carotenos, vitaminas y minerales.
-Los cítricos (naranjas,
mandarinas y limones) son una fuente directa de vitamina C. El pomelo, además
es un diurético muy interesante. El Kiwi contiene el doble de vitamina C que los
anteriores y es muy rico en fibra.
-El melón contiene vitamina C,
ácido fólico y potasio.
-La sandía es rica en
antioxidantes y vitaminas.
-La piña combate la celulitis y
es un buen diurético.
-El plátano es fuente de vitamina
B6 y potasio y tiene muchas calorías.
-Los higos contienen fibra (interesante
por su efecto laxante), minerales (potasio, calcio y fósforo) y muchas calorías.
Además, las frutas denominadas
“exóticas” presentan una composición química muy apropiada para tratar
situaciones concretas que cursan con déficit de vitaminas y/o minerales. Su
precio es más alto, pero tampoco es necesario consumirlas todos los días.
Piensa en ellas como un “capricho saludable” y elige:
-Caqui, por su contenido en vitamina
A.
-Mango, por los carotenoides,
vitamina C y fibra.
-Papaya, por los carotenoides,
vitamina C y ácido fólico.
-Guayaba, pues es la fruta más
rica en vitamina C.
-Aguacate, por ser la más rica en
potasio y muy sana para cuidar el corazón.
-Fruta de la pasión o maracuyá, por
contener vitamina C, potasio y carotenoides.
La importancia de consumir fruta
está demostrada y avalada por numerosos estudios científicos. La experiencia
personal es muy importante, pues cada uno tiene sus propias necesidades: para
el estreñimiento va muy bien comer un kiwi al desayuno; para broncearte, las
frutas ricas en carotenoides; para reducir el estrés, las fresas; para las
diarreas, la manzana; para evitar los calambres, los plátanos, etc. Elige las
que mejor se adapten a ti y combínalas, pues las posibilidades son infinitas y no
busques excusas para no tomarlas.
© Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
SIGUE LAS PAUTAS
Cuando el médico nos prescribe un
tratamiento, suele darnos además recomendaciones para su consumo en las mejores
condiciones. Aún así, al llegar a casa no recordamos exactamente lo que nos ha
dicho o lo obviamos porque no nos parece importante. Muchos pacientes acuden a
la farmacia y preguntan lo que tienen que hacer porque no se han enterado y
temen hacerlo mal.
Quienes tienen mayor posibilidad
de verse afectadas y que peor siguen las pautas de dosificación prescritas son:
- los
ancianos que, por su edad y problemas de salud, suelen tomar “muchas pastillas”
siendo necesario que otra persona se encargue de administrarlas adecuadamente
- los
enfermos tratados con varios fármacos distintos, con horarios y prescripciones
diferentes
- los
que siguen tratamientos largos, a dosis altas y con muchos efectos secundarios
(por ejemplo en el tratamiento del SIDA)
- los
bebés porque su organismo reacciona con mayor virulencia
- las
personas alérgicas o intolerantes a alguna sustancia (por ejemplo a la lactosa,
coadyuvante en muchas formulaciones)
- los
que padecen estados carenciales de nutrientes imprescindibles (como vitaminas o
minerales en la anorexia)
Uno de los problemas se centra en
el horario, pues, cuando hay que tomarlo cada 8 horas, los enfermos se lían y
no son capaces de adaptarlo a su vida normal. Es fundamental recordar que el
intervalo horario lo puede decidir él mismo, lo que importa es que pasen 8
horas entre las tomas y no si lo hace de madrugada o al amanecer.
Otra situación complicada se da
cuando el tratamiento es largo: “¡tengo que tomar antibióticos 8 días!”. No se
puede acortar en ningún caso y el paciente suele hacerlo porque piensa: “ya
estoy bien y hay que evitar medicarse innecesariamente”. Es un grave error,
pues no finalizar un tratamiento antibiótico provoca la aparición de
resistencias e inutiliza a ese fármaco para futuras aplicaciones.
©Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
ENFERMEDADES RARAS. GLUCOGENOSIS
Se
consideran enfermedades “raras” las padecidas por menos de 500 personas por
millón de habitantes. A pesar de esta escasa prevalencia, afectan a un elevado
número de personas, porque cuando se diagnostica un nuevo caso, todos los que
le rodean se ven involucrados.
Son
muchas las patologías con bajo número de enfermos: síndrome de Door, de
Thomson, de Costello, huesos de cristal, etc., con un pronóstico peor que el de
otras enfermedades que provocan un gran temor y para las que, afortunadamente,
existen tratamientos que consiguen una recuperación completa.
Deberíamos
plantearnos que estas enfermedades constituyen un problema de salud pública
para el que se precisan acciones conjuntas que involucren a todos los
estamentos: gobierno, laboratorios, agentes sociales, industria farmacéutica,
etc. y que adquieran la consideración de anticipo de la medicina personalizada,
pues son los familiares de los enfermos quienes dinamizan el estudio de estas
patologías y buscan soluciones.
Han
sido ellos, arropados por algunas entidades que han colaborado económicamente
en su organización, quienes se han implicado en la ejecución de un congreso
dedicado a una de estas enfermedades, la glucogenosis, que se celebrará del 5
al 7 de Junio en Madrid, y me permito invitar a todos los que la padecen o
conviven con esos enfermos a que acudan (encontrarán la información en la
página web de la asociación www. glucogenosis.org).
La
glucogenosis es una dolencia con diferentes variedades que poco tienen que ver entre
sí, excepto por la deficiencia congénita de una enzima. Esta carencia provoca la
acumulación del glucógeno, principalmente en el tejido muscular e impide su
metabolización correcta, por lo que los afectados carecen de la energía
muscular que precisan para desarrollar una actividad física acorde a su edad,
sintiéndose incapaces de mantener el
ritmo de sus compañeros.
De
ellas, la glucogenosis tipo II o enfermedad de Pompe, es la más frecuente y
grave, y tiene tres variedades: infantil, juvenil y de adulto, en función de su
momento de aparición y progresión. Los síntomas son:
-
En la variedad infantil se presenta un cuadro severo, iniciándose en el segundo
mes de vida, con una progresión rápida por depósito del glucógeno en el músculo
esquelético y el corazón. Sin tratamiento no suelen superar el año de vida,
muriendo por fallo cardio-respiratorio y padeciendo frecuentes infecciones
pulmonares que degeneran en neumonía.
-
En las variedades juvenil y adulta, son similares a los de una miopatía y
pueden aparecer desde los tres primeros años hasta en la séptima década de
vida. Cuanto más precoz sea su aparición, mayor es la afectación del paciente,
caracterizándose por dificultades para
alcanzar la motricidad propia de la edad, escoliosis, contracturas
articulares, problemas para deglutir e insuficiencia
respiratoria con neumonía.
El
diagnóstico precoz es esencial para evitar secuelas irreversibles,
especialmente para la infantil, donde el retraso puede condicionar la evolución
futura del paciente. En jóvenes y adultos se debe realizar un diagnóstico
diferencial por su parecido con la miopatía, siendo prioritario agilizar el
análisis de pacientes con síntomas sospechosos. También se puede detectar
prenatalmente, siendo recomendable en familias con antecedentes realizar una batería
de pruebas. Una vez diagnosticada debe administrarse el tratamiento.
Es
primordial potenciar la investigación de estas patologías “raras” y destinar
fondos para desarrollar nuevas terapias que mejoren la calidad de vida de los
pacientes –y de sus familiares- así como avanzar en nuevas líneas de detección
precoz. Además, y a pesar de los avances, el tratamiento de los pacientes no es
satisfactorio, pues la sociedad está poco informada, no hay planes de atención
integral ni unidades de referencia especializadas, hay poca coordinación entre
departamentos y la investigación es escasa. Más que nunca, en esta situación,
“cada paciente es único”.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
DIABETES Y PIE DIABÉTICO
Es una enfermedad caracterizada
por la existencia de hiperglucemia (niveles altos de glucosa en sangre). Se ha
clasificado en:
- Diabetes mellitus tipo 1, en la
que el incremento de glucosa en sangre se debe a una deficiencia absoluta en la
secreción de insulina.
- Diabetes mellitus tipo 2, en la
que, además de que hay poca insulina, la que se produce es poco eficaz. Es la
más frecuente.
Muchas veces la detección se
produce al azar. Al someterse a un análisis de sangre rutinario se pide la
glucosa, y si el valor es elevado el médico hará el diagnóstico.
Como se trata de una enfermedad
crónica debe ser tratada inmediatamente, porque en otro caso, y a largo plazo,
puede dañar el corazón, riñón, sistema nervioso y visión.
Resulta muy importante:
- La detección precoz, pues hay
un gran número de pacientes que no saben que son diabéticos.
- Realizar las revisiones médicas
y los controles caseros de glucosa sin excepciones.
- Mantener la glucemia en niveles
adecuados.
- Evitar los factores de riesgo
vascular: hipertensión, dislipemias (altos niveles de colesterol o
triglicéridos), tabaco, etc.
- Revisar la visión siguiendo los
parámetros del especialista.
El riesgo de padecer diabetes
tipo 2 aumenta en:
-Mayores de 45 años
-Exceso de peso
-Parientes diabéticos
-Diabetes durante un embarazo
previo
-Dar a luz un bebé de más de 4
Kg.
Si eres diabético debes ser muy
cuidadoso con tu dieta. Dependerá del tipo de diabetes, la presencia de otras
patologías, la actividad física desarrollada, etc. y debe ser pautada por el
especialista. En la tipo 2, la actividad física regular y la dieta adecuada
pueden ser suficientes para controlarla. De manera general, se recomienda tomar
alimentos de todos los grupos, controlar los hidratos de carbono, aumentar el
consumo de pescado, repartir la comida en varias tomas y no abusar de la sal,
los azúcares de absorción rápida (pasteles, etc.) ni de la grasa animal.
También es recomendable adaptar
la actividad física a cada persona, pues bien realizada, reduce los niveles de
glucosa, favorece la pérdida de peso y mejora la sensibilidad a la insulina. No
deberías practicarla si tus niveles de insulina no están bien ajustados. En la
tipo 2 se considera parte del tratamiento y se hará 3-5 veces a la semana; en
la tipo 1, no es parte del tratamiento y debe adaptarse a la pauta de insulina
o alimentación para evitar la descompensación aguda de glucosa. Se recomienda:
hacerlo en grupo, usar calzado adecuado, llevar caramelos o azúcar para evitar
las hiploglucemias, etc.
El tratamiento farmacológico
también vendrá pautado por el médico y debes cumplir estrictamente sus órdenes.
Se utilizan antidiabéticos orales (para las tipo 2 que no se controlan de otra
manera) e insulina (para las tipo 1). Consulta todas tus dudas también a tu
farmacéutico.
Al iniciar la medicación pueden
presentarse hipo o hiperglucemias porque el organismo tiene que adaptarse al
tratamiento. La hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre) puede causar
sudores, temblores, hambre, taquicardias, etc. y se puede controlar tomando un
zumo, un vaso de leche con azúcar, etc. La hiperglucemia (alto nivel de glucosa
en sangre) puede pasar desapercibida o provocar más sed, ganas de orinar, etc.
debe ser bien controlada (haciendo un análisis de la glucemia capilar) y
reducirla siguiendo las pautas que te hayan dado. En todo caso, conviene que
acudas al médico para que determine lo más adecuado a cada situación.
Uno de los mayores peligros es la
aparición del denominado pie diabético con el paso del tiempo y una diabetes
mal controlada. Se reduce el flujo sanguíneo y la sensibilidad nerviosa, lo que
aumenta las posibilidades de sufrir heridas de lenta y difícil curación, con
peligro de infecciones. Son factores de riesgo: edad avanzada, diabetes de
larga evolución, fumadores, úlceras previas, etc. Lo mejor es prevenir con:
- Buena higiene, secado e
hidratación a diario.
- Evita los objetos cortantes y
pide que te corten las uñas.
- Acude al podólogo para que
controle el estado de tus pies.
- Utiliza zapatos de piel blanda,
sin costuras rígidas y cámbialos a menudo.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
CONSUMO RACIONAL DE ANTIBIÓTICOS
Desde que en 1928 el Dr. Fleming
descubriera la penicilina, la síntesis y aplicación de los antibióticos ha sido,
sin duda, uno de los grandes hitos del último siglo en el campo sanitario. El
trascendental hallazgo supuso una auténtica revolución en la medicina, permitiendo desde ese momento la curación de
enfermos que, hasta la llegada de estos fármacos, estaban desahuciados. En las
últimas décadas su consumo se ha generalizado en los países desarrollados, constituyendo
en la actualidad los segundos medicamentos más utilizados en España (los
primeros son los analgésicos).
Su proliferación trajo consigo,
como contrapartida, un uso inadecuado en numerosas ocasiones en las que, además
de innecesarios, a la postre resultan contraproducentes. Debe tenerse en cuenta
que no curan el catarro, ni la gripe ni el resfriado producido por virus, pues
sólo son activos frente a infecciones bacterianas. Una vez recetados por el
médico cuando resulten indicados, es preciso completar el tratamiento hasta su
finalización, siguiendo la pauta marcada por el especialista, ya que en caso
contrario podrían generarse resistencias que harían inútiles posteriores tratamientos.
Con la administración de un
antibiótico se pretende destruir a las bacterias causantes de una infección,
las cuales se defienden del ataque mediante mecanismos que las hagan
resistentes al mismo. De esa manera, algunas serán destruidas, pero otras conseguirán
sobrevivir creando a su vez nuevas poblaciones a las que ese fármaco ya no
afectará; así se produce una resistencia bacteriana. Por un proceso natural de
selección, las nuevas bacterias dejan de ser sensibles al antibiótico usado,
apareciendo colonias resistentes más patógenas que las originales. Consiguientemente,
se hace necesario emplear un antibiótico diferente y más potente para lograr su
destrucción, pudiendo llegarse incluso a un escenario en que resultara factible
la inexistencia del adecuado para acabar con ellas, aumentando de ese modo las
posibilidades de contagio a la población general y de aparición de
complicaciones graves en el propio enfermo.
Los principales factores que –aislada
o conjuntamente- favorecen la aparición de resistencias son los siguientes:
● La automedicación: frecuentemente
el propio enfermo decide tomar por su cuenta el antibiótico que en su día le
había prescrito el especialista porque los síntomas actuales son parecidos a
los de entonces. Casi un 50% de los pacientes se automedica usando envases
sobrantes de tratamientos anteriores inadecuadamente conservados en el botiquín
casero.
● El incumplimiento terapéutico: se
produce no sólo con la suspensión total del consumo tras la desaparición de los
síntomas y mejora del estado general, sino también mediante una administración
irregular que ignore las dosis pautadas. Es preciso tener en cuenta que se debe
mantener una determinada concentración del fármaco en la sangre, lo cual sólo
se conseguirá respetando el horario y la dosificación establecidos por el
especialista.
● La prevalencia de enfermedades
infecciosas en determinadas áreas geográficas.
● El abuso en la prescripción de
antibióticos y su dispensación sin receta.
● El consumo de antibióticos en
veterinaria: los animales cuya carne o productos derivados consumimos también están
tratados. Si ese tratamiento se hace de manera indiscriminada e inadecuada, el
consumo posterior del producto animal provoca la transmisión del problema a los
humanos.
● La eliminación incontrolada al
ambiente de envases con restos de antibióticos o con ellos caducados que pasan
a la cadena trófica. Deben ser depositados en los puntos SIGRE de las farmacias.
Un consumo racional de
antibióticos debería seguir las siguientes pautas:
-Acudir al médico en caso de
enfermedad para que realice el diagnóstico correcto e indique el tratamiento a
seguir.
-Comprar antibióticos sólo con
receta y tras la recomendación del médico.
-No solicitarlos en la farmacia a
partir de recetas o envases anteriores.
-Seguir la pauta establecida por
el médico en cuanto a dosis y horario.
-Elegir el horario que mejor se
adapte a nuestras circunstancias para poder cumplirlo. Si es una única dosis
diaria, debe tomarse siempre a la misma hora.
-Continuar el tratamiento hasta
el final, aunque se perciba mejoría en el estado general de salud.
Es preciso insistir en la
importancia de llevar a cabo un consumo responsable, comenzando por la
educación sanitaria de los más pequeños para lograr un uso racional de los
medicamentos, y especialmente de los antibióticos.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
CUIDADO CON LOS ANSIOLÍTICOS
Las estadísticas muestran que uno
de los grupos de fármacos dispensados en mayor cantidad en las farmacias es el
de los ansiolíticos, los cuales son prescritos por los médicos bajo diversos
nombres comerciales y con diferentes dosis, pautas, etc. Sin duda, suponen un
gran negocio para los laboratorios que investigan continuamente para encontrar
el principio activo perfecto que resuelva el problema de quienes sufren ansiedad.
Estos fármacos reciben diferentes nombres que, lamentablemente, resultan bien conocidos para el público general, lo que indica que su consumo es muy habitual para el tratamiento de la ansiedad patológica, compañera demasiado frecuente de nuestro actual estilo de vida. ¡No olvides que sólo debes tomarlos si te los prescriben!
Hay que tener en cuenta que el
proceso ansioso puede deberse a una situación puntual o, por el contrario,
constituir un trastorno psiquiátrico que requiere la ayuda del médico –y la correspondiente
medicación- para resolverse. Los estudios realizados indican que es más
frecuente en primavera y otoño, aunque puede aparecer en todas las estaciones,
sobre todo en momentos como éste de incertidumbre económica que nos ha tocado
vivir.
Las personas ansiosas describen
síntomas diversos porque somatizan su ansiedad de manera diferente: insomnio,
nerviosismo, cefaleas, dolor de estómago, mareos, hipertensión, etc. Los
ansiolíticos alivian los síntomas, pero no actúan sobre la causa que los
produce. Para ello, debes cambiar tu estilo de vida, enfrentarte a los
problemas de manera optimista, no adelantar acontecimientos negativos,
organizarte para no mezclar conflictos, etc. Si no lo resuelves así, acude al
médico, quien te prescribirá en caso necesario el ansiolítico adecuado a tu
situación (normalmente una benzodiacepina).
Para lograr el efecto deseado y
no padecer todas sus contraindicaciones, algunos colegios oficiales de
farmacéuticos han preparado un decálogo del buen uso del que deseo destacar que:
-
No se pueden tomar para aliviar la tensión producida
por un problema puntual.
-
Sólo el médico puede prescribirlos y pautarlos; no
debes seguir el consejo de otras personas que los están tomando y te los
recomienden porque a ellos les funcionen.
-
Sólo se dispensan con receta. El farmacéutico no te los
dará salvo que tengas la prescripción del médico y…¡no te enfades si además te
pide el DNI!
-
Debes seguir las normas que te han dado: cumplir el
horario, el intervalo entre dosis, la cantidad a ingerir, no aumentar el tiempo
de consumo, etc.
-
Jamás aumentes la dosis sin indicación del médico
aunque no obtengas los resultados que esperabas. Su efecto suele tardar unos
días en producirse y aumentar la cantidad ingerida no va a reducir los tiempos,
pudiendo causarte una peligrosa sobredosis.
-
No dupliques la dosis si olvidas tomar la anterior.
-
No temas, no los necesitarás para siempre. Lo normal es
que, en pocos meses, dejes de tomarlos, por lo que no sufrirás dependencia.
-
No abandones su uso sin consultar al médico; debes
retirarlos gradualmente para evitar el síndrome de abstinencia.
-
Lee el prospecto para conocer los efectos que puedes padecer.
Ante cualquier duda consulta al farmacéutico y, si aparece alguna reacción
extraña no descrita, acude al médico.
-
No consumas bebidas alcohólicas durante su uso, porque
potencian el efecto sedante de las benzodiacepinas.
-
No tomes drogas ilegales para evitar reacciones
cruzadas que pueden resultar muy peligrosas, incluso causar la muerte.
-
No mezcles medicamentos sin orden del especialista,
pues es el único que sabe lo que te conviene.
-
No conduzcas ni manejes maquinaria si no te sientes
seguro o percibes que tus capacidades están reducidas. El consumo de estos
medicamentos afecta a los reflejos y puede ocasionar accidentes.
-
Ten cuidado con los efectos secundarios. Puedes sufrir
pequeños percances (como caídas) por la disminución de tus reflejos.
-
No consumas tampoco sustancias naturales, porque pueden
potenciar la acción del ansiolítico (valeriana) o reducirla (ginseng).
Estos fármacos reciben diferentes nombres que, lamentablemente, resultan bien conocidos para el público general, lo que indica que su consumo es muy habitual para el tratamiento de la ansiedad patológica, compañera demasiado frecuente de nuestro actual estilo de vida. ¡No olvides que sólo debes tomarlos si te los prescriben!
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
CUIDA TUS DIENTES
Aunque cada vez estamos más
concienciados de que es necesario cuidar nuestra boca y acudir a las revisiones
indicadas por nuestro dentista, es importante recordar que seguir sus pautas y
prevenir problemas es fundamental para nuestra salud integral. Cuidar nuestra
boca también ayuda a proteger nuestro cuerpo y, desde pequeños, debemos
acostumbrarnos a limpiar adecuadamente los dientes y hacerlo siempre.
La higiene bucodental debe ser un
hábito diario y con ella se busca mantener limpios los dientes y sanas las
encías y la cavidad oral. Hacerlo bien supone conservar nuestros dientes
intactos, evitar el mal aliento, reducir las molestias que producen las piezas
dañadas y no agravar otras enfermedades sistémicas a nivel cardíaco, pues la
acumulación de bacterias puede provocar una inflamación que se transmite al
torrente sanguíneo y provoca el engrosamiento de las arterias que repercute
negativamente en nuestro corazón.
La placa bacteriana que se
deposita en nuestros dientes puede causar, fundamentalmente:
-Caries, en la que se destruye el
diente y debe ser limpiado, saneado y empastado por el dentista. En su
aparición hay varios factores que inciden: los azúcares que ingerimos, las
bacterias que se depositan y la predisposición personal. Los dos primeros son evitables
y fáciles de controlar; no comas alimentos azucarados y límpiate bien los
dientes.
-La periodontitis, que es una
inflamación inicialmente en las encías y, que si no se trata adecuadamente,
acaba destruyendo el hueso y el tejido que mantiene a los dientes en su lugar,
provocando su caída. Tiene solución si se ataja en estadíos iniciales
realizando una limpieza adecuada y utilizando los productos que el dentista te
aconseje.
Sería recomendable:
-Evitar bebidas con gas. Este
tipo de bebidas carbonatadas contienen ácido fosfórico que erosiona y mancha
los dientes. Aunque no son recomendables a ninguna edad, debemos procurar especialmente
que los niños no los consuman.
-No usar un cepillo viejo o con
unas cerdas muy fuertes porque desgastan el esmalte y producen erosiones. Opta
por una marca de confianza, de cerdas suaves y que sea flexible. Cámbialo con
frecuencia (los dentistas recomiendan que lo usemos como máximo tres meses).
-Cepillarse sin ejercer mucha
fuerza. Realiza movimientos circulares sin presión, cortos y suaves, sin olvidar las encías, las zonas que rodean
los empastes, los dientes de atrás y, en general, toda la cavidad oral. Dos
minutos tres veces al día sería una buena pauta.
-No comprar cualquier pasta de
dientes. Elige un dentífrico adecuado y con flúor. Hay muchas opciones en el
mercado y te recomendamos que escojas el que mejor se adapte a tus necesidades:
de alta sensibilidad (si tienes problemas de encías), rico en ciertos
componentes, etc. y evita los que son agresivos porque pueden estropear el
esmalte dental y causar retracción en las encías.
-Pasar el hilo dental (o seda,
cepillos interdentales, etc.). Las bacterias que forman la placa se acumulan en
todas partes y el cepillo puede ser insuficiente. El hilo dental te ayudará a remover
la placa y evitar problemas sobre todo de noche porque la falta de salivación
aumenta la formación de placa. Consulta a tu dentista lo que resulta más
adecuado para ti.
-Usar colutorios. Pueden ser el
complemento perfecto a la higiene bucal porque evitarían patologías e
infecciones y llegan a todas partes.
-Acude al dentista una vez al año
como mínimo. Lo mismo para tus hijos (aunque sean muy pequeños) o para los
abuelos. Es un consejo válido a cualquier edad.
-Debes cepillarte tres veces al
día (tras cada comida). Si tu ritmo de vida no te lo permite, al menos dos
resultarían imprescindibles. Te proponemos que si comes fuera y no puedes
hacerlo, sustituyas esa limpieza por un chicle sin azúcar o una lamina de higiene
bucal, aunque no es lo mismo, claro.
-Sigue una dieta sana, variada y
equilibrada que refuerce tu sistema inmunitario y evita infecciones a todos los
niveles.
-No abuses de los blanqueadores dentales
porque pueden dañar el esmalte.
-Haz una limpieza periódica en el
dentista o en el higienista. Es más profunda y te ayudará a mantener tu boca
perfecta.
Ante cualquier duda que te surja
o si sientes alguna molestia, debes consultar al dentista pues es el único
capacitado para asesorarte. Realiza las revisiones que te indique y acude a su
clínica en los plazos previstos. Lo mismo te recomendamos para tus hijos, pues
deben ser controlados por el especialista y adquirir hábitos de limpieza e
higiene desde pequeños. Ver cómo te cuidas tú es el mejor ejemplo para ellos.
Carmen Reija López
Farmacéutica Colegiada
Suscribirse a:
Entradas (Atom)